Tecnología Colombia , Bogotá D.C., Jueves, 30 de abril de 2009 a las 19:14

Método colombiano para detectar errores en los imanes del LHC

Los responsables del Gran Colisionador de Hadrones ponen sus ojos en un método creado por el Grupo de Física de Aceleradores de la Universidad Nacional

UN/DICYT La Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN), creadora del Gran Colisionador de Hadrones (LHC por sus siglas en inglés) fijó sus ojos en un método creado por el Grupo de Física de Aceleradores de la Universidad Nacional (UN) en Bogotá, que permite evaluar, localizar, medir y corregir los errores que se puedan presentar en los imanes del inmenso acelerador europeo, en el momento en que las partículas de hadrones se dirigen hacia la gran colisión.

 

El LHC (Large Hadron Collider) va tras la esencia de la materia, pondrá a prueba a la física contemporánea y va a permitirles experimentar, teorizar y plantear nuevos desarrollos a científicos de todo el mundo. El colombiano Javier Cardona, director del Grupo, es uno de los miles de investigadores que quiere abrirse paso en el que es considerado uno de los experimentos más importantes emprendidos por el hombre. La puerta comienza a abrírsele. 

 

En los 27 kilómetros de circunferencia del LHC hay miles de imanes que impulsan y dan energía a las diminutas partículas (haces) que se quieren hacer chocar. Se diseñaron de tal manera que los campos magnéticos no generen cambios en el curso de los haces.

 

Según explica el profesor Cardona, la evidencia en otros aceleradores muestra que, a pesar del extremo cuidado a la hora de diseñar los imanes, hay pequeñísimas diferencias entre uno y otro, que acumulan efectos negativos sobre el haz. Esto hace que se afecte su intensidad y tamaño, que son las mayores preocupaciones de los físicos de partículas.

 

La órbita de las partículas

 

“Lo que se quiere es un haz extremadamente pequeño para que haya el mayor número de colisiones posibles. Si los imanes no están bien, se afecta la órbita de las partículas y se reducen las probabilidades de obtener la información deseada, pues se produce interferencia con la instrumentación de diagnóstico del haz”, aseguró Cardona en diálogo con la Agencia de Noticias.

 

En el Colisionador relativista de iones pesados, ubicado en Brookhaven National Laboratory (Nueva York, Estados Unidos) el Grupo de Física de Aceleradores de la UN puso a prueba su método. En 2003, pudieron recuperar valiosa información sobre errores inducidos en este acelerador.

 

“El potencial de recuperación de errores, en ese entonces, era muy bueno para lo que existía en el momento, pero hoy, 2009, luego de desarrollar varias técnicas para reducir los errores sistemáticos, tenemos una precisión casi exacta; muy pocos métodos tienen este nivel”, aseguró el científico del Departamento de Física.

 

Intercambios internacionales

 

John Ellis, el contacto más directo entre el LHC, el CERN y los físicos de América Latina, sostiene, sin pretensiones de quedar bien, que en Colombia hay mentes brillantes. Esto lo ha podido constatar en Europa, en donde los científicos destacan la laboriosidad y disciplina de los colombianos que han llegado en intercambios.

 

Este británico sostiene que, si bien el objetivo central del Gran Colisionador es estudiar la estructura de la materia y así comprender mejor la evolución del universo desde el big bang, la misión es también promover la colaboración científica mundial. En las instalaciones del CERN, dice, hay desde indios y pakistaníes, hasta israelíes y palestinos.

 

Como buenos colombianos, que llegan a todas partes, allá hay varios de los nuestros y se despeja el camino para que lleguen más, con proyectos concretos como el de la UN. Ellis visitó al Director de Colciencias y se contactó con físicos de las principales universidades para comenzar a generar alianzas.

 

Si todo sale bien, el aporte del Grupo de Física de Aceleradores de la UN se convertirá, en corto plazo, en pieza clave para permitir descifrar los más elementales secretos del universo.