“Se pueden prevenir muchas muertes súbitas con tecnologías como los desfibriladores automáticos”
JMC/DICYT Nueve de cada diez de las muertes súbitas que se producen en España, unas 35.000 al año, tiene origen cardiaco y pueden evitarse. En muchos casos la mejor prevención es la información, motivo por el que Cándido Martín, coordinador científico del X Congreso de Cardiología para Estudiantes que se está celebrando en Salamanca, ha hecho hincapié durante la inauguración de este evento en la necesidad de enseñar a los ciudadanos técnicas de reanimación cardiopulmonar. También es de vital importancia mejorar los eslabones de la cadena de supervivencia: desde que se avisa a los servicios de urgencia hasta que se reanima al paciente. Y de igual modo, como indicaba el rector de la Universidad de Salamanca, Enrique Battaner en el acto de apertura, en una especialidad como la Cardiología el desarrollo tecnológico y su divulgación, a fin de darlo a conocer, es de vital importancia.
Cándido Martín, catedrático de Cardiología de la Universidad de Salamanca, que ha inaugurado el congreso con una conferencia sobre la epidemiología y los marcadores clínicos de la muerte súbita cardiaca ha manifestado a DICYT que, si bien en muchos casos, tras una reanimación, es posible recuperar el latido del corazón, pasados diez minutos desde la parada cardiaca existe un alto riesgo de que se produzca la muerte cerebral, por lo que destaca la relevancia de determinados avances tecnológicos. Es el caso de los desfibriladores automáticos implantados, “un dispositivo que el paciente lleva como un marcapasos y que reconoce la arritmia que causa la parada. Automáticamente, el desfibrilador produce una descarga, que puede repetir en dos ocasiones más”. En España ya hay varios miles de pacientes que lo llevan y que hacen una vida normal, si bien es cierto que algunos han requerido cierta ayuda psicológica para superar el miedo que produce el ingenio tecnológico que se les implanta.
También existen desfibriladores externos automáticos o semiautomáticos, igualmente capaces de reconocer la arritmia que está produciendo la parada cardiaca y, una vez localizada, ellos automáticamente activan la descarga. El doctor Martín explica que no son equipos muy costosos, “pero lo que hace falta es un marco legal que permita su uso por parte de personal no sanitario. En Andalucía se ha hecho ya una legislación en este sentido y posiblemente, a través de la Sociedad Española de Cardiología, se intente regular a nivel nacional”.
El X Congreso de Cardiología se ha inaugurado est amañana en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca en un acto que, además de Enrique Battaner y Cándido Martín, contó con la presencia del director del Departamento de Medicina, Rogelio González Sarmiento, y se prolongará hasta el próximo viernes.