Salud España , Salamanca, Viernes, 05 de junio de 2009 a las 15:06

Un estudio analiza la evolución de los trastornos cognitivos que derivan en alzhéimer

Un experto de la Universidad de Santiago de Compostela explica en Salamanca una técnica que mide la actividad cerebral en función de estímulos

YL/DICYT Un equipo de investigadores del Departamento de Psicología Clínica y Psicobiología de la Universidad de Santiago de Compostela lleva a cabo un estudio que avanza en la posible la predicción de la evolución de los trastornos cognitivos que desarrollan la enfermedad de Alzheimer. La investigación se realiza mediante una técnica denominada potenciales evocados, que registra las diferencias en la actividad eléctrica cerebral en función de las actividades cognitivas que realizan los sujetos. Los principios y aportes de esta técnica han sido expuestos hoy por Fernando Díaz Fernández, en un encuentro realizado en el Instituto de Neurociencias de Castilla y León (Incyl). 

 

"La técnica de potenciales evocados permite el registro de la actividad cerebral a partir de una serie de estímulos específicos diseñados y organizados en un conjunto de tareas que los sujetos que participan en el experimento deben realizar", ha explicado el científico en declaraciones a DiCYT. Estos estímulos pueden ser de diferente naturaleza: auditivos, visuales o somatosensoriales, como el tacto. A partir de esto, los investigadores exploran los cambios en la actividad eléctrica cerebral respecto de los distintos procesos cognitivos que se producen como la atención, la memorización o la emisión de mensajes lingüísticos. "Los principios de esta técnica son parecidos a los de la electroencefalografía", asegura Fernando Díaz, con la diferencia que esta última refleja la actividad cerebral espontánea, mientras que mediante los potenciales evocados se observan los procesos cognitivos y de registro de la información.

 

La mitad acaba en alzhéimer

 

Los análisis se están llevando a cabo en tres grupos diferentes: uno de jóvenes sin trastornos cognitivos, otro de adultos mayores sanos y un tercero compuesto por sujetos con deterioro cognitivo leve. Hasta el momento se conoce que la mitad de la población que presenta estos trastornos cognitivos evoluciona hacia la enfermedad de Alzheimer, pero no se han encontrado índices claros que permitan predecir cómo evolucionan estas personas y por qué la otra mitad no desarrolla la enfermedad.

 

Esta técnica podría abrir las puertas a la predicción temprana del desarrollo de la patología al encontrar indicios psicofisiológicos y neuropsicológicos tempranos. Para esto el estudio prevé realizar una serie de registros a lo largo de cinco a 10 años con el objetivo de recoger suficiente información cuyo análisis permita encontrar marcadores válidos para los diagnósticos predictivos. En la actualidad se encuentran analizando los primeras registros e iniciando la segunda evaluación de los sujetos.

 

Colaboraciones con el Incyl

 

Díaz manifestó que esta técnica se puede aplicar en poblaciones normales o con algún tipo de patología para poner de manifiesto las diferencias en los patrones de actividad cerebral entre personas, y de esta manera, detectar cualquier trastorno que se refleje en la actividad cognitiva. Por otra parte, manifestó el interés de su equipo por llevar a cabo investigaciones conjuntas entre su institución y la Universidad de Salamanca y destacó que ya han tenido experiencias de colaboración con el Instituto de Neurociencias de Castilla y León.