Alimentación España , León, Viernes, 13 de mayo de 2011 a las 18:00

Un estudio refleja que el sector de las granjas de perdices está maduro y se han diversificado

Existen tres tipos de granja: las de ciclo completo, las de cría sin incubación y las de servicios variados

Antonio Martín/DICYT Tras aproximadamente cuarenta años de creación y evolución, el sector productivo de granjas de perdices con fines cinegéticos se encuentra en estos momentos, en una situación de "madurez", con nos servicios diversificados que han posibilitado un entramado industrial próspero. Esta es la principal conclusión de un estudio realizado por la Universidad de Sevilla sobre la situación del sector. La prospección del mercado ha sido presentada hoy en León, en el marco de la inauguración de un seminario nacional en defensa y por la conservación de las perdices.

 

El investigador del Departamento de Ciencias Agroforestales de la Universidad de Sevilla Pablo González Redondo analizó la situación del sector de granjas de perdices, su génesis, evolución y perspectivas futuras. "El sector surgió hace 40 años basado en las experiencias científicas y como modelo de ganadería alternativa", explicó a DiCYT. Y en estos momentos, se puede considerar que está consolidado. "A diferencia de las granjas de avestruces, por ejemplo, ya que el sector de las granjas de perdices ha alcanzado una cierta envergadura en el mercado".

 

Las granjas de perdices son centros de inseminación, incubación y cría de estas aves de interés cinegético que proporcionan ejemplares a los cotos para su suelta. "Este tipo de animal de suelta es el modelo predominante en estos momentos en España", explica Pablo González Redondo.

 

El estudio de la Hispalense analizó un total de 63 granjas de perdices, como muestra significativa del total nacional, ya que suponen un diez por ciento. En España existen aproximadamente unas 600 instalaciones que se dedican a la cría de perdices, ubicadas especialmente en las comunidades autónomas donde el ave se encuentra en el medio natural y existe, por lo tanto, una tradición en su caza: Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura y Andalucía. También hay un importante foco productivo en Cataluña, "ya que en esta comunidad autónoma hay más experiencia en la agricultura alternativa".

 

El investigador destaca que el sector puede "fluctuar por circunstancias asociadas a las necesidades de ocio como el momento actual", esto es, que en momentos de crisis económica exista menor demanda de perdices para la caza. Sin embargo, "no ha crecido especulativamente" y se acompasado a la demanda. "Las perspectivas que existen es que puede sobrevivir en el tiempo", explica el experto. El trabajo de investigación estuvo basado en la remisión de diferentes encuestas a los propietarios de granjas, "lo que proporciona una fotografía y visión global del sector".

 

Pedro González establece tres tipos de granjas: de tamaño medio, de cría sin fecundación y de tamaño mayor. La primera corresponde al modelo con el que comenzó el sector y a él se adscriben entre el 55 y 60% de las explotaciones actuales. "Realizan el ciclo productivo completo: reproducción, incubación y suelta, y cuentan con hasta 1.000 parejas reproductoras". En el segundo caso, las granjas se abastecen ya de pollos de un día que son criados, sin contar con reproductoras. Suponen el 15% de las granjas españolas. El tercer grupo lo configuran explotaciones mayores, desarrolladas a finales del siglo XX y en la primera década del siglo XXI. "Están más diversificadas, ofrecen diferentes productos, como estos perdigones o huevos fecundados para cría, y otros productos para sus clientes".

 

Aunque "es difícil encontrar una estadística válida y por lo tanto no es una respuesta fiable", el científico considera que el sector mueve un volumen de negocio de entre tres y cinco millones de euros al año.

 

Problemática y transferencia

 

El experto recordó que las perdices de suelta presentan una problemática respecto a las aves que se encuentran en el entorno natural. "Pueden tener diferente reacción a la fuga si han estado en contacto con el ser humano mucho tiempo, se han encontrado diferencias en la musculación y la capacidad de vuelo y se puede dar una hibridación de la perdiz roja con otras especies, aunque ahora esta cuestión no está muy extendida". También pueden poseer problemas sanitarios que arrastren de las granjas y los transmitan a los animales libres, "aunque no es habitual, por los controles que se realizan".

 

En materia de transferencia de conocimiento González recordó que "España no tiene tanta tradición en la investigación en materia cinegética como sí ocurre por ejemplo en Francia o el Reino Unido". Sin embargo, para el científico "existen ya diferentes organismos de investigación y universidades que trabajan en el ámbito de la transferencia tecnológica, como es el caso del Grupo de Producción y Gestión Cinegética del Departamento de Producción Animal de la Universidad de León". Los principales desarrollos que ha aportado la investigación cinegética a la industria se encuentran en nuevos métodos de incubación para estas especies de perdices.