Salud España , Salamanca, Viernes, 26 de febrero de 2010 a las 17:01

Un laboratorio de Neurociencias estudia los mecanismos de adicci贸n a la morfina

El equipo de cient铆ficos de Raquel Rodr铆guez estudia las relaciones entre el dolor y las adicciones, moduladas por los f谩rmacos

JPA/DICYT El equipo de Raquel Emilia Rodríguez Rodríguez, investigadora del Instituto de Neurociencias de Castilla y León (Incyl) que recientemente ha recibido el Premio Grünenthal de investigación en dolor por hallar un analgésico alternativo a la morfina, trabaja también en el estudio de los mecanismos por los cuales una persona se convierte en adicta de dicha sustancia, la morfina. La investigadora ha realizado hoy una presentación del trabajo que lleva a cabo en el Laboratorio 13 del Incyl, llamado Laboratorio de Dolor y Adicción, dos conceptos que están unidos "por los fármacos que se utilizan para la modulación del dolor, ya que la mayor parte de ellos a la larga generan cierta adicción además de otros efectos secundarios", ha explicado a DiCYT.

 

En concreto, el equipo de Raquel Rodríguez se dedica a estudiar la regulación de los receptores opioides a través de una molécula denominada microRNA. "Los receptores opioides son proteínas de las membranas de las células que acogen a los analgésicos, es decir, que los analgésicos se unen a dichos receptores y hacen posible el control del dolor". Una vez que los receptores acogen los fármacos, "se desencadenan mecanismos intracelulares que hacen que perdamos la sensación dolorosa", explica la experta.

 

La molécula microRNA regula este sistema y está "íntimamente relacionada con la adicción", según las investigaciones de este laboratorio, de manera que "a lo mejor podemos poner un pequeño granito de arena en el conocimiento de por qué algunos compuestos, concretamente la morfina, produce adicción a través de microRNA", apunta.


El compuesto alternativo a la morfina que ha descubierto Raquel Rodríguez en colaboración con Gregorio Valencia, científico del Instituto de Química Avanzada de Cataluña, centro perteneciente al CSIC aún está en una fase de investigación inicial. "Tenemos que estudiar qué posibilidades de toxicidad tiene", asegura, así como ahondar en los mecanismos que regularían el compuesto, cuya fórmula es (morfina-6-alfa-D-manóxido). "Ahora sabemos que es analgésico, pero tenemos que ver el mecanismo metabólico, que puede ser bueno o presentar dificultades que tendríamos que afrontar", así la investigación aún será larga, según augura.


Aún así, en este y en otros casos, "lo más importante es dar a la industria farmacéutica información sobre un mecanismo, para que se diseñen fármacos que funcionen con ese mecanismo, si es positivo, o que lo eviten, si es negativo", señala. Aunque aún no saben cómo se produce a la adicción a la morfina, "cuando lo sepamos, la información será para la industria farmacéutica o pequeños laboratorios como el de Gregorio Valencia, que también sintetizan compuestos".