Alimentación España Alba de Tormes, Salamanca, Viernes, 18 de mayo de 2007 a las 14:13

Una empresa salmantina comercializa un nuevo robot de ordeño que controla toda la producción de una explotación láctea

El ordenador controla la calidad de la leche, hace un seguimiento individualizado de los animales y aumenta la productividad

José Pichel Andrés/DICYT Una empresa salmantina comercializa un nuevo robot que sirve para ordeñar vacas, pero que a la vez controla también toda la explotación ganadera en la que se mueven. Las vacas acuden por sí mismas a ser ordeñadas por el robot, que detecta cualquier problema en la leche y separa de forma automática las sanas de las enfermas, además de registrar cualquier incidencia, como que los animales estén en celo, ya que cada vaca lleva un chip electrónico que controla sus movimientos. El aparato funciona las 24 horas del día y permite aumentar la productividad y liberar de tareas al ganadero.


La empresa Agropal Ganadera, con sede en Alba de Tormes, es pionera en Castilla y León en la comercialización de este producto. "Lo normal es que las vacas se ordeñen un par de veces al día, porque no hay mano de obra para más, pero este robot elimina la necesidad de personal y permite ordeñar las vacas tres o cuatro veces en cada jornada, que es lo que necesitan", declara José María García Hernández, gerente del negocio.

 

Máxima higiene


Cuando una vaca entra en el aparato, atraída por la comida que se deposita en él y por su propia necesidad de ser ordeñada, el robot la identifica, localiza la posición de las ubres gracias a un rayo láser y a una microcámara y se dispone a extraer la leche. En primer lugar, el brazo mecánico lava los pezones y además las primeras gotas de leche se tiran, ya que pueden estar contaminadas por haber estado en contacto con el exterior.


Si la vaca tuviese algún problema sanitario, el robot lo detecta al instante, ya que posee un sistema capaz de contar la cantidad de glóbulos rojos presentes en la leche, un signo de patología si sobrepasan una cantidad determinada. En el caso de que esto suceda, la leche no se depositará en el tanque, con el resto, sino que se desecha. Además, la vaca tampoco saldrá del robot por la puerta habitual para seguir moviéndose con libertad por la explotación, sino que la puerta que se abrirá es una segunda que la conducirá a un lugar apartado, con el objetivo de que el ganadero pueda identificarla y tratar el problema como es debido. Pero si todo es normal, la leche extraída se conduce inmediatamente a un tanque que la enfría y el robot desinfecta los pezones con un producto que evita que se adhieran bacterias.


Sensor de movimientos


Toda esta información se controla a través de la pantalla de un ordenador en la que se anotan todas las incidencias: la cantidad de leche que ha proporcionado cada animal, cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que se ordeñó y, por supuesto, si está enferma o sana. Pero otra de las aplicaciones útiles de este sistema es determinar cuándo una vaca está en celo, ya que así puede avisar al ganadero del momento más propicio para realizar una inseminación artificial, si es que su negocio está orientado también a la reproducción. Esto se consigue gracias al chip incorporado en un collar y que controla todos los movimientos del animal. De acuerdo con la manera en la que se comporta la vaca, el robot determina si es probable o no que la vaca esté en celo.


Por otra parte, el propio aparato no deja de evaluarse constantemente a sí mismo, con limpiezas periódicas y el registro de cualquier tipo de incidencia. Si la máquina detecta algún problema o se produce una avería, el ganadero o el propio técnico encargado del mantenimiento reciben el aviso en su teléfono móvil y pueden acudir a la explotación ganadera para subsanarlo.

 

Medición precisa de la leche
La precisión de este robot es tan grande que ordeña a una vaca colocando cada una de los cuatro vértices del brazo mecánico en cada uno de los pezones y va contando la cantidad de leche que extrae de cada uno de ellos, un dato que también puede resultar relevante, sobre todo si el animal presenta algún problema sanitario. El aparato está indicado para controlar una explotación de unas 65 vacas y se prevé que en poco tiempo los nuevos modelos puedan aportar aún más datos de cada animal, ya que serán capaces de medir el peso y otros parámetros en cada ordeño. Agropal Ganadera ya ha instalado estos robots en las provincias de Salamanca, Zamora y Ávila.