Ciencia España Salamanca, Salamanca, Viernes, 16 de febrero de 2007 a las 17:09

Una nueva empresa surgida de la Universidad de Salamanca investigará y desarrollará su actividad en el campo de la parasitología

El laboratorio de Fernando Simón, que ya cuenta con cinco patentes, trasladará su experiencia al ámbito empresarial

JPA/DICYT El profesor del Departamento de Biología Animal y Parasitología de la Universidad de Salamanca, Fernando Simón, ha puesto en marcha una nueva empresa nacida de su propio laboratorio de la Universidad de Salamanca. La nueva spin off, que aún no tiene un nombre definitivo, surge con la intención de ofrecer un servicio completo en el campo de la parasitología con tres objetivos concretos: desarrollar diagnósticos, resolver problemas sanitarios y formar investigadores en este campo. La experiencia acumulada a lo largo de los últimos años en el trabajo con empresas agroalimentarias, con las que ha registrado ya cinco patentes, servirá de base para la nueva actividad.

 

La intensa colaboración con el mundo empresarial desde hace unos 12 años ha llevado a Fernando Simón a la creación de un negocio propio relacionado con los animales, la industria agroalimentaria y los parásitos. "Mi línea de trabajo más importante es complicada, investigamos para obtener un diagnóstico específico de enfermedades humanas y posteriormente lo derivamos a perros y gatos, porque las mascotas son apreciadas, mueven dinero y la industria veterinaria está muy interesada", explica. "Tenemos ahí un marco de investigación aplicada, pero en la Universidad nos encontramos con que al final nos falta una pata de la mesa, crear un producto que sea comercial", señala.

 

Uno de sus primeros proyectos tuvo financiación europea. Su relación con investigadores de Milán en el campo de la dirofilariosis (patología producida por un parásito de la familia de las filarias) dio lugar a este proyecto, dentro del programa Craft, en el que sólo pueden participar pequeñas y medianas empresas sin capacidad investigadora, que se tienen que asociar con laboratorios. "Nos planteamos tener una financiación común y la posibilidad de incorporar empresas que dieran un final a los productos", comenta el investigador, para lo que se constituyó un consorcio de investigación con los dos laboratorios, dos empresas españolas y dos italianas, que obtuvo la máxima puntuación posible. Se lograron prototipos de tests experimentales que finalmente no han sido comercializados. Sin embargo, la relación con las empresas, entre ellas la salmantina Chemical Ibérica, se mantuvo. "Esto te permite conocer el mundo empresarial y ver hasta dónde pueden llegar las pequeñas y medianas empresas", apunta.

 

La segunda experiencia del laboratorio de Fernando Simón fue con la empresa avícola vallisoletana Ibertec, interesada en resolver un problema creado por la normativa comunitaria que exigía que las gallinas tuvieran que estar en el suelo y no en jaulas, de manera que el número de parásitos creció rápidamente. Tras acordar una serie de objetivos con la empresa, se logró un diagnóstico que dio lugar a una patente. La segunda parte del proyecto sigue en marcha y consiste en la identificación de moléculas en el parásito que podrían dar origen a largo plazo a una vacuna, aunque hablar de vacunas como tal en parasitología es poco frecuente.

 

Ventajas de ser empresa

 

Con este tipo de colaboraciones, el investigador "pone los conocimientos y su capacidad técnica al servicio de las empresas", pero una empresa que sale del propio laboratorio puede "tenerlo todo junto", explica Simón. "Una spin off te permite determinar objetivos y alcanzarlos sin necesidad de adaptarte a las empresas privadas, pero sin renunciar a la relación con ellas en cualquier campo", matiza. Por eso, embarcarse en una iniciativa empresarial propia puede ser la mejor salida para muchos científicos.

 

Además, la colaboración con empresas "te permite diversificar, y el que diversifica sobrevive. Cuando tienes una sola línea de investigación, o se agota o deja de producir financiación. Esto es la supervivencia de los laboratorios de investigación", declara. La experiencia de Simón en el trabajo conjunto entre laboratorio y empresa le han permitido poner en marcha un curso dirigido a estudiantes de la Universidad de Salamanca que pueden encontrar una salida laboral en los departamentos de investigación y desarrollo o poniendo en marcha negocios propios y, por el momento, el interés que ha despertado la iniciativa ha sorprendido gratamente a Simón.