Alimentación España , León, Viernes, 15 de octubre de 2010 a las 13:38

Una pobre cosecha de arándanos en verano hace variar los hábitos alimentarios al oso pardo cantábrico

La Fundación del Oso Pardo observa que los plantígrados han recurrido a moras, ciruelas o manzanas, a veces próximas a poblaciones, este verano

AMR/DICYT Una pobre cosecha de arándanos este verano ha modificado el comportamiento de los osos pardos cantábricos este verano, en su búsqueda de frutas con que alimentarse al final del estío. Según han observado los técnicos de la Fundación del Oso Pardo (FOP), los plantígrados han recurrido a moras, ciruelas o manzanas y han frecuentado las matas de pudios y arraclanes con mayor carga de frutos para complementar el aporte frutal de su dieta. En ocasiones, la búsqueda de estos recursos les ha llevado cerca de pueblos de montaña.

 

Los osos pardos son animales esencialmente solitarios, según una información de la FOP recogida por DiCYT. Sin embargo, hay momentos que socializan con otros individuos, como, por ejemplo, el celo o, en el caso de las hembras, la cría de los oseznos. En otras ocasiones, pueden realizar congregaciones en lugares de fuentes de alimentos. Esto ocurre en zonas salmoneras en el Pacífico. En el caso de los osos pardos cantábricos, esto puede suceder en las laderas en las que haya abundancia de arándanos o pudio, dos de los frutos con los que se alimentan al final del verano. Esta excepción es una gran oportunidad para naturalistas y aficionados de observar, con telescopios o prismáticos, el comportamiento de esta población de úrsidos.

 

Avanzado el verano, frutos carnosos ricos en azúcares y altamente energéticos empiezan a madurar. Los osos se interesan especialmente por arandaneras y matas de zarzamoras, arranclanes y pudios. Los arándanos (Vaccinium myrtillus) son las bayas oseras por excelencia. Los osos buscan los arándanos más soleados y dulces en las arandaneras supraforestales, entre brezos, pedreras y abedules dispersos, informa la FOP. Un oso comiendo arándanos se desplaza durante horas lentamente y va pelando matas ayudándose de sus incisivos; si los arándanos son abundantes, se sienta o se tumba y aproxima con sus manos las ramitas a la boca. Puede consumir diariamente algunos miles, incluso decenas de miles, de estos pequeños frutos de color azul muy oscuro y de sabor dulce.


Las matas de pudio (Rhamnus alpina), por su parte, no son muy abundantes en la Cordillera Cantábrica, pero sus frutos son muy buscados y apetecidos por los osos. Los pudios o escuernacabras –nombre con el que se los denomina en el occidente cantábrico- crecen, muchas veces acompañados de avellanos, entre pedregales y bloques calizos, y es un espectáculo ver a los osos atravesar una y otra vez los canchales para ir de mata en mata alimentándose con los frutillos de color negro azulado de los pudios.
 

Los osos pardos europeos son omnívoros. En primavera y otoño su alimentación es sobre todo vegetal. También aprecian otros alimentos variados como la carroña y, quizá es su imagen más conocida, los panales de miel. Además, cazan pequeños vertebrados e insectos y, en el momento de remonte de los salmones en los ríos, se hacen pescadores, concentrándose cerca de las orillas. Únicamente algunos individuos se especializan en la captura de grandes presas.