Tiempo lineal y tiempo cíclico
Cuando se abren los testigos de sedimento lo que se ve son capas. Unas capas de barro y otras de arena, con límites nítidos o difusos. Cuando se mira más en detalle se ve que la relación entre las capas se repite a lo largo de millones de años. Muchos de mis colegas a bordo tienen interés en estudiar estos ciclos. Conocer cómo se incrementan o se difuminan y cuáles son las fuerzas ocultas que los condicionan es sin duda de gran relevancia.
En nuestras vidas esto del tiempo cíclico es algo a lo que estamos habituados. Cada día nos levantamos y dormimos ajustándonos a los ciclos solares que llamamos día y noche… y los ciclos estacionales condicionan nuestras vacaciones. Una vida normal disfruta de unos 70 u 80 ciclos estacionales. Esto sería una prueba de que el tiempo es cíclico… la vida son ciclos más o menos largos.
En el testigo aparecen de vez en cuando capas con colores y características especiales. Más verdes, con más bichos, o más duras de lo normal. Representan la memoria de momentos únicos que por determinadas circunstancias provocaron un depósito característico. Son momentos irrepetibles de la historia geológica. El registro geológico contiene muchos eventos de este tipo, una sucesión lineal, donde nada vuelve a ser lo mismo que antes.
Yo soy más de eventos. No sé el motivo, pero los ciclos me parecen aburridos. Estoy aquí para estudiar un evento muy cálido y excepcional que ocurrió hace poco más de un millón de años. Me hubiera gustado estudiar también otros, pero mis limitaciones físicas, intelectuales y presupuestarias me lo impiden.
Esto me recuerda algo… un evento que ocurrió hace dos semanas… mi hijo dijo sus primeras palabras: “TA-TA”. Ese fue un momento único. Para alguien como yo que da gran importancia a los eventos, perderme uno de ese tamaño podría llevarme al desconsuelo. Pero pasado el trago me doy cuenta de que también estamos viviendo un momento único. Lo mejor de la ciencia de muchos países trabajando y viviendo juntos, en un ambiente irrepetible. Algunos llevaban esperando 30 años este momento, no exagero.
Tal vez vivir cada momento que nos toque como único y especial… y asumir que no podemos vivirlos todos… es un buen camino para sentirse feliz. En cualquier caso, a mí me gusta más entender el tiempo como lineal, y saborear lo único de cada instante.
Francisco Jiménez-Espejo. Universidad de Granada (participando como miembro del equipo IODP de Japón).
Gran post, uniendo Ciencia, Filosofía y vida personal. Me ha encantado. Muchas gracias por compartir con todos vuestras impresiones. Un saludo y ánimo para lo que os queda.