Ciencias Sociales España , Burgos, Miércoles, 02 de septiembre de 2009 a las 17:01

El CENIEH rastreará conductas de homínidos y datará fósiles del Pleistoceno

El Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana da sus primeros pasos para estudiar los hallazgos de Atapuerca

María Orive Palacín/DICYT El origen del hombre ha sido una de las principales preocupaciones de los investigadores desde hace décadas. Y 2009 marcará un antes y un después en estos estudios con la inauguración del que se espera que sea un referente en la materia. El Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) es fruto del interés de la comunidad científica por las investigaciones sobre nuestra evolución, que se confirmó en 2004 cuando el Ministerio de Ciencia y la Junta de Castilla y León firmaron el convenio específico para su desarrollo. El referente más importante en esta materia en España fue el profesor Emiliano Aguirre y su proyecto científico sobre los Yacimientos de la Sierra de Atapuerca (Burgos). Los hallazgos en los años noventa en la Sima de los Huesos y la Gran Dolina supusieron una auténtica revolución para la evolución humana de Europa, que se manifestó con la declaración, en 2000, como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Unos descubrimientos que siguen incrementándose, por ejemplo, con el fragmento de húmero datado en 1’3 millones de años que puede revolucionar de nuevo todas las teorías sobre el canibalismo. Y como dice el codirector del equipo de investigación, Eudald Carbonell, “lo más importante de Atapuerca está por venir”.

 

Ante estas circunstancias y para canalizar los hallazgos en investigaciones, se acordó invertir un gran esfuerzo en elevar el potencial del ámbito científico de la Evolución Humana en España. Juan Navarro Baldeweg ha sido el arquitecto encargado de diseñar el llamado ‘Complejo de la Evolución Humana’ en el Solar de Caballería, en un terreno cedido por el Ayuntamiento de Burgos. Lo forman el Museo de la Evolución Humana (MEH) –cuya inauguración está prevista para primavera de 2010-, el Palacio de Congresos y el Centro Nacional de Investigación (CENIEH).

 

La primera de estas piezas está inaugurada por la Reina Doña Sofía desde el pasado 7 de julio. “En España no hemos tenido centros de investigación dedicados únicamente a la evolución humana, aunque sí que hay que tener en cuenta que en Tarragona tenemos el Institut de Paleocología Social, que dirige Eudald Carbonell, y que también existe una unidad sobre evolución humana en la Universidad Complutense de Madrid en convenio con el Instituto Carlos III, que dirige Juan Luis Arsuaga”, ha destacado Bermúdez de Castro. “Son los tres centros que van a trabajar conjuntamente, igual que los tres Juan Luis, Eudald y yo, hemos codirigido el proyecto de Atapuerca desde 1991”, ha recalcado Bermúdez de Castro.

 

Más de 10.000 metros cuadrados construidos; una inversión de 31 millones de euros; una veintena de estancias entre laboratorios, salas de preparación de muestras y gabinetes. Son algunos de los parámetros de este edificio. Todo con el objetivo de ser “centro mundial de referencia en investigaciones sobre Evolución Humana”, como explicaba el presidente del Consorcio del CENIEH, Enrique Plaza. El centro tiene interés en desarrollar diferentes disciplinas científicas, todas ellas relacionadas con el estudio de la evolución de los homínidos durante el Plio-Pleistoceno. Para ello, participarán los mejores investigadores nacionales e internacionales en este campo en una infraestructura que se caracteriza ya por su concepción abierta, moderna y dinámica de su modelo científico y de gestión. De momento, como ha explicado José María Bermúdez de Castro “son 12 investigadores y se van a ir incorporando algunos científicos. A principios del año que viene en torno a la veintena de científicos y técnicos, que es un número razonable para empezar”.

 

Son siete los programas de investigación que se desarrollarán. José María Bermúdez de Castro dirige el de ‘Paleobiología y paleoecología de homínidos’, en el que se llevan a cabo investigaciones de fósiles humanos con el objetivo de obtener información sobre la biología de las especies investigadas y obtener datos para estudios taxonómicos y filogenéticos y propuesta de escenarios evolutivos. “Aunque no está completo del todo, nuestro programa consiste en estudiar la biología de las especies humanas del pasado. No sólo poder describir anatómicamente un fósil humano, sino tratar de averiguar cómo era la biología y el comportamiento de los humanos del pasado. Esto se puede averiguar a través de los propios fósiles, a través del estudio de dientes, huesos, moldes endocraneales, experimentación, paralelismo con poblaciones actuales”, ha destacado.

 

Por otra parte, Josep María Parés Casanova coordina ‘Geocronología del Plio-Pleistoceno’, que dedica sus esfuerzos a dataciones en yacimientos arqueológicos y paleontológicos. Además, en el centro se abordará la ‘Geología del Neógeno Cuaternario’, que coordina Alfredo Pérez González, y pretende la investigación y apoyo a los trabajos de prospección y excavación arqueológica; la ‘Arqueología económica y social’(Manuel Santonja Gómez), la ‘Tecnología Prehistórica’, que coordina Mohamed Sahnouini y se dedica al estudio de los útiles líticos; ‘Bioestratigrafía y Biocronología del Plio-Pleistoceno’ que tiene como objetivo el estudio taxonómico y filogenético; y ‘Paleocología’, en torno a la distribución de las especies fósiles.

 

Instalaciones

 

El Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana cuenta en su base con una zona de recepción de materiales, un laboratorio para este fin, otro de análisis físico-químico de sedimentos y suelos y la unidad de preparación de muestras y la de corte de piezas para su estudio microscópico (sala de corte) y los servicios auxiliares, así como el centro de proceso de datos, un salón de actos y la biblioteca especializada.

 

La primera planta tiene una zona reservada al almacenamiento de fósiles que tiene su continuación en la segunda y también posee una cámara blindada que guarda los de más valor, los de los homínidos. En total, 400.000 fósiles pueden almacenarse en sus estanterías. También cuenta con diversos laboratorios, como el de Restauración en el que se recuperan todos los fósiles que llegan al centro; la sala SIG y Multimedia y el laboratorio de Microscopía, que dispone de los más avanzados equipos para el análisis pormenorizado de los restos hallados en los yacimientos (óptica, confocal y electrónica +micro CT).

 

La segunda planta cuenta con varios gabinetes y laboratorios, como los de lítica, en donde se analizarán las características morfológicas de todas las piezas pétreas que se encuentren, y los de anatomía comparada, tanto humana como zoológica, en los que existen réplicas de diferentes especies que permitirán establecer similitudes y diferencias entre ellas a lo largo del tiempo. También el laboratorio de bioenergía y la unidad de luminiscencia.

 

En el tercer piso se ubican las Unidades de preparación de muestras para el análisis de núclidos cosmogénicos y varios de los equipos punteros en concreto el de Resonancia Paramagnética Electrónica.Finalmente, en la cuarta planta, una sala de reuniones y varias dependencias vacías, esperan la llegada al CENIEH de más investigadores y nuevas áreas de trabajo que contribuyan a completar y amplificar la labor que se realizará en en centro y que se espera tenga importante repercusión científica.

 

Suplir las carencias españolas en datación 
 

Entre los múltiples laboratorios y dependencias del edificio, para el director del CENIEH, José María Bermúdez de Castro, “el centro tiene como particularidad que va a reunir hasta cinco laboratorios de geocronología, dedicados a la datación de la antigüedad de los yacimientos del Pleistoceno y laboratorios de muy buena calidad en el ámbito de la geología”.

 

El codirector del equipo de investigación de Atapuerca ha señalado que “estas eran dos carencias importantes en España respecto a la evolución humana. Nos ha faltado siempre la posibilidad de hacer dataciones de nuestros yacimientos y hemos tenido que recurrir a laboratorios extranjeros, por lo que era muy necesario tener un lugar donde poder realizar una datación conjunta con distintas técnicas y poder ser competitivos en esta materia”, ha apuntado Bermúdez de Castro que, además, ha considerado que “este centro tiene que reunir arqueólogos y paleobiólogos, paleontólogos, aunque se va a tener que retrasar un poco más por la crisis, ya que también afecta a la ciencia”.

 

Aún así, el director del CENIEH ha manifestado que “este centro se convertirá en un referente tan extraordinario, como por ejemplo, el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Alemania, el Instituto de Cambridge o el Instituto de Paleontología Humana, que cuentan con una tradición de años y años”. Bermúdez de Castro ha añadido que “esto va a suceder en España teniendo los yacimientos de Atapuerca a 14 kilómetros del CENIEH, pues, sin duda, se va a convertir en un referente internacional.

 

En este sentido, ya se ha previsto la presencia de visitantes investigadores procedentes de otros centros y por ello, las instalaciones contemplan la existencia de una Sala de Colecciones, donde los expertos del propio CENIEH y los de fuera, podrán estudiar los fósiles existentes bajo la supervisión de los gestores delas colecciones. Esta sala está dotada con una tecnología única en Europa que incorpora sistemas de radiofrecuencia y aplicaciones informáticas capaces de localizar fósiles con gran rapidez y señalar, a su vez, los datos e información que se posee de cada uno de ellos.

 

De momento, el CENIEH cuenta ya en la actualidad con el sello de Infraestructura Científico Tecnológico Singular (ICTS) de España, un reconocimiento a la excelencia científica, a la vanguardia del conocimiento.