Alimentación España , León, Jueves, 21 de enero de 2010 a las 17:39

La Universidad de León estudiará el uso de un tipo de carbón oxidado para mejorar la producción de vino

En colaboración con la empresa Sephu encargada de proveer la materia prima necesaria para desarrollar el estudio

AMR/DICYT Un acuerdo de colaboración Universidad-Empresa permitirá que el Instituto de la Viña y el Vino estudie el uso de un tipo de carbón oxidado, denominado leonardita, para mejorar la producción y calidad de la uva. La empresa Sephu, proporcionará de forma gratuita este material, un producto orgánico y húmico, para que el centro de investigación de la Universidad de León estudie su aplicabilidad en las vides. El trabajo científico tiene por objetivo evaluar los usos de esta especie de abono, del que trabajos previos de este instituto señalan ya "buenos resultados" con los cultivos vitivinícolas.

 

La leonardita es un material en principio desechado de los procesos de extracción del carbón, originado por la oxidación de la lignita. En un proceso natural a lo largo de millones de años, se fue introduciendo oxígeno en el carbón, dando lugar a un compuesto diferentes, rico en ácido húmico. El ácido húmico está relacionado con los procesos de descomposición de la materia viva y, por lo tanto, con la fertilidad del suelo. El empresario Damián Blasco observó que en unas minas de Teruel donde se exparcía estas leonarditas florecían diferentes especies vegetales, a pesar de ser un terreno yermo, y pensó que podría servir como abono. "Si un estiércol tarda cuatro o cinco años en descomponerse para dar lugar al humus, mediante el empleo de leonarditas, tenemos humus de manera inmediata y no hay que esperar", apuntó Blasco, presidente de la empresa que abastecerá de estos ácidos húmicos a la Universidad de León, en declaraciones recogidas por DiCYT.

 

Desde hace dos años, el Instituto de la Viña y el Vino, con sede en Ponferrada y dirigido por Enrique Garzón, comenzó a experimentar con este material "a título personal", apuntó Garzón. Los científicos de la Universidad de León comprobaron la administración de la leonadirta en suelos ácidos propios de El Bierzo y en calcáreos de la Ribera del Duero. En ambas zonas observaron que las vides asimilaban mejor el óxido de hierro, un elemento básico para el crecimiento de la planta. El objetivo del trabajo que comenzará a raíz de la firma del convenio de colaboración será comprobar qué dosificación y en qué condiciones estos ácidos húmicos pueden resultar beneficiosos para la industria vitivinícola.

 

Para este fin, el instituto comenzará a probar la leonardita en terrenos de diferentes bodegas con las que tiene subscritos acuerdos de colaboración de las denominaciones Bierzo, Ribera del Duero y Toro, todas de Castilla y León. "Los resultados se producen en el suelo, ahora queremos saber qué pasa desde el punto de vista enólogico", señaló Garzón. En este sentido, la mejora en la uva iría encaminada más hacia una mayor calidad que a un aumento de la productividad de la vid.

 

La leonardita, que nace de una malformación del carbón, se obtiene en la provincia de Teruel en España, en el estado de Dakota del Norte en Estados Unidos y en Canadá. El compuesto tiene forma de polvo. La empresa que representa Blasco, Sociedad Española de Productos Húmicos (Sephu) trabaja con ella desde hace aproximadamente 20 años, fecha en el que originaron las primeras investigaciones científicas en Estados Unidos. El acuerdo fue subscrito por el vicerrector de Investigación, Alberto Villena, el director del Instituto de la Viña y el Vino, Enrique Garzón, y el máximo representante de la empresa, Damián Blasco.