Tecnología España Lubia, Soria, Viernes, 19 de diciembre de 2008 a las 13:48

Las parcelas del Ceder albergan la energía del futuro

La colza o el chopo tienen "buenas perspectivas" teniendo en cuenta los ensayos que se están realizando en el centro de Lubia (Soria)

Víctor Manuel García/DICYT La utilización de fuentes de energía alternativas a las tradicionales y que sean respetuosas con el medio ambiente es cada día una realidad más cercana. Si hace unos años se trataba de poco más que un deseo habida cuenta de la limitación de los combustibles al uso, principalmente los de origen fósil, en los últimos años se ha convertido en una obligación al estar reflejado en la legislación para los próximos años. En las llamadas energía limpias existen campos donde se ha avanzado mucho hasta el punto de que su implantación en el mercado es toda una realidad. Ejemplo de ello es la energía eólica o la solar, esta última en plena eclosión.

 

Pero existen otras prácticas que pese a estar aún en experimentación, ofrecen las suficientes garantías para generalizar su uso en los próximos años y convertirse, además, en alternativas a actividades tradicionales cuya viabilidad económica está cada día más comprometida, como la agricultura. Una de estas fuentes de energías que poco a poco se abren paso son los cultivos energéticos. Desde hace ya varios años, el Centro de Desarrollo de Energías Renovables (Ceder) de Lubia (Soria), desarrolla campos de ensayo con diferentes especies.

 

Actualmente son dos las que centran sus esfuerzos. Por un lado está el chopo. Sus técnicos vienen estudiando los comportamientos de crecimiento de esta especie desde 1986. Ha sido con la puesta en marcha de On Cultivos, un Proyecto Singular Estratégico (PSE) del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat) cuando se ha potenciado. Según señala Miguel Latorre, director del Ceder, en la actualidad son tres las hectáreas del Ceder dedicadas al cultivo del chopo en alta densidad, que se añaden a las diez dedicadas a la colza. En un par de años se conocerán las primeras conclusiones de la experiencia (On Cultivos se desarrolla entre 2005 y 2012).

 

Sin embargo, ya se puede hablar de "buenas perspectivas" de cara al uso comercial como fuente de energía de estos cultivos habida cuenta del trabajo que se está desarrollando. "Estamos en un periodo de experimentación, lo que supone indagar para ver cómo pueden obtenerse los mejores comportamientos de los cultivos. Creemos que en un plazo razonable pueden ser una fuente de energía plenamente integrada en el mercado", indica Latorre. Y es que uno de los sectores donde más se está trabajando a la hora de potenciar la biomasa es en los residuos forestales.

 

Sin embargo, los altos costes de recogida y transporte, por no hablar de los riesgos de incendio, hacen necesaria una fuente complementaria de materia prima. Es aquí donde pueden jugar un gran papel los cultivos energéticos, ya que su principal ventaja es que pueden desarrollarse más cerca de las plantas de combustión, lo que eliminaría buena parte del coste del transporte, al tiempo que ofrece una mayor seguridad al estar más controlado el proceso de crecimiento. Por otra parte, se trataría de una alternativa para los agricultores, que ven como cultivos tradicionales como el cereal, presente en un porcentaje muy alto en territorios como Soria, sufren de constantes bajadas de precios que hacen peligrar muy seriamente su viabilidad.


Sobre los cultivos que actualmente se desarrollan en el Ceder, Latorre puntualiza que el chopo es una especie que se desarrolla especialmente en zonas de ribera donde el agua es abundante. Para tierras más cerealistas se pretende introducir la colza, una de cuyas variedades más resistentes al frío se está experimentando precisamente a lo largo de estos meses. El olmo siberiano o la caña común son otras especies con fines energéticos que por sus características podrían tener un buen desarrollo en climas como el soriano. Los responsables del Ceder esperan poder experimentar con estas variedades en un futuro. No hay que olvidar que las instalaciones de Lubia son más que ideales para este tipo de pruebas, pues además de las edificaciones, el Ceder cuenta con una superficie de 640 hectáreas, siendo por lo tanto el centro más grande del Ciemat.

 

Implicación de todos los sectores

 

El presupuesto de On Cultivos es de 79'6 millones de euros, siendo 28 los participantes entre empresas (18), universidades, centros de I+D (8) y otros organismos (2). Los cultivos demostrativos se están desarrollando en Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Extremadura y Navarra además de Castilla y León; en total son 30.000 las hectáreas que se están utilizando. El objetivo final de este amplio programa, en el que el Ceder de Lubia juega un papel muy importante, es situar la producción de la energía en España a partir de biomasa de cultivos específicos desde su actual situación de muy bajo desarrollo hasta un estado precomercial, definiendo y creando las condiciones que promuevan el mercado sostenible de esta alternativa. On Cultivos está integrado por 13 subproyectos que se agrupan en cuatro áreas. La primera de producción de biomasa a partir de cultivos energéticos engloba estudios de potencionalidad agronómica, experimentación y demostración de cultivos energéticos y logística y transporte. En la segunda área se incluye el sector doméstico, la generación de electricidad y los biocarburantes que inciden en el análisis del ciclo de vida o tercer área. La cuarta y última supone la difusión y explotación de los resultados.