Fuente: DICYT (Jueves, 29 de abril de 2010 a las 19:14)

“La revolución científica acaba de llegar”

El divulgador Eduard Punset participa en un encuentro con los lectores en la 43 Feria del Libro de Valladolid

CGP/DICYT Tras ser el autor más vendido en la categoría de no ficción durante Sant Jordi, el escritor, economista y divulgador de la ciencia Eduard Punset ha llegado hoy a Valladolid con el fin de mantener un encuentro con los asistentes a la 43 Feria del Libro. No ajeno al éxito de su última obra, El viaje al poder de la mente (que completa la trilogía iniciada con El viaje a la felicidad y continuada con El viaje al amor), el autor ha explicado algunas de sus claves. “Nos hemos dado cuenta de que la intuición, el inconsciente y las emociones no son tan deleznables e incomprensibles como se creía en relación al pensamiento”, ha apuntado.

 

Así, emociones como la felicidad, el desprecio, el odio o la rabia son “innatas y universales” y por ello “nunca prevalecen sobre el pensamiento racional”. En relación con el primero de estos libros, dedicado al amor, el divulgador asegura que es “la primera de las emociones que la gente siente”, algo de lo que se dio cuenta estudiando bacterias, antepasados del hombre. “Las bacterias desprenden un líquido con el que quieren decir ¿hay alguien más, estoy asustado?” y por ello su fusión es la esencia del amor. “El amor es como dicen las bacterias, la unión de organismos para sobrevivir”, concluye.

 

En relación a esta reflexión, asegura que “la propia comunidad científica, hasta la que hace ciencia básica, se está dando cuenta de la pertinencia de sus procesos de investigación para la vida cotidiana de la gente”, de modo que la revolución científica “acaba de llegar”. Del mismo modo, considera que “no se pueden subestimar la cantidad de pensamientos que están influidos por la ciencia”.

 

El cambio de mentalidad, el más lento

 

Después de 10 años en antena a horas intempestivas, el programa de divulgación científica Redes que dirige ha cambiado de horario para situarse en “prime time”. No obstante, las televisiones siguen dando prioridad a otros programas que nada tienen que ver con la ciencia. En opinión de Punset, esta situación exige un “cambio de mentalidad”, algo que evolutivamente “requiere mucho tiempo”.

 

“Cada cambio mental implica una revolución de las estructuras organizativas. Además hay que tener en cuenta que ante una disonancia el cerebro se inhibe”, señala. De este modo, la técnica avanza mucho más deprisa y se sitúa en el siglo XXI, mientras que mentalmente aún nos encontramos “en el XIX”.

 

Respecto a su papel de divulgador de la ciencia, Punset afirma que se siente “como alguien que recupera del pasado algo que había pasado desapercibido”. “Me siento parte de un pasado olvidado”, concluye, al tiempo que añade que “si hay algo que ha descubierto la ciencia es la incapacidad de predecir el futuro”. Así, el principal apoyo para diseñar el futuro “debe ser el pasado”.