Alimentación España Salamanca, Salamanca, Martes, 13 de marzo de 2007 a las 17:19

Científicos salmantinos colaboran en la recuperación de una planta riojana en peligro de extinción

El profesor Cipriano Jesús Valle investiga una especie que sólo se ha localizado en la Sierra de la Demanda

José Pichel Andrés/DICYT La Universidad de Salamanca está colaborando en un plan de recuperación de la androsela riojana, una planta que, debido al escaso número ejemplares que se han podido localizar, se considera en peligro de extinción. El Gobierno de La Rioja la ha incluido en su catálogo regional de especies amenazadas y ha elaborado una estrategia para recuperarla en la que participa el profesor del Departamento de Botánica Cipriano Jesús Valle Gutiérrez, aportando sus conocimientos para caracterizar mejor esta especie.

 

Los datos que se tenían hasta ahora eran escasos y sólo se conocía una población de apenas dos centenares de individuos en el enclave de San Lorenzo, en la Sierra de la Demanda. Más tarde se encontró androsela riojana en la cumbre de Pancrudo, aunque se trata de un grupo de plantas "bastante residual", y en la actualidad se sigue trabajando "en todo el Sistema Ibérico, en La Rioja y también en Burgos, tratando de hallar nuevas poblaciones, aunque por el momento la búsqueda ha sido infructuosa”, explica Valle. En cualquier caso, ya se han identificado cerca de 1.000 ejemplares.

 

Jardín Botánico de Gijón

 

Dentro del Plan de Recuperación, que incluye medidas de protección y divulgación del problema, la labor de su equipo es aportar nuevos datos sobre la especie. Desde hace tres años se vienen realizando anualmente censos de poblaciones y se ha depositado un gran número de semillas en el banco de germoplasma del Jardín Botánico Atlántico de Gijón. En este tipo de proyectos lo básico es conocer bien la especie y buscar otros grupos de plantas. “Tenemos que desarrollar estrategias para que las poblaciones no pierdan efectivos y, si los perdiesen, intentar buscar hábitats”. Analizar las posibilidades de reproducción de la especie es uno de los aspectos más destacados, por eso, el año pasado se realizó un estudio sobre posibles polinizadores, transportadores de polen, y ahora se está trabajando con zoólogos, para que aporten información sobre los insectos que habitan estas zonas y sobre cómo interactúan con las plantas.

 

Por delante queda realizar estudios genéticos para evaluar cuál es el llamado reservorio genético de esas poblaciones, es decir, la riqueza de su ADN. Teniendo en cuenta esos datos, más el número de individuos existentes, se puede evaluar cuál es su situación real. Los investigadores necesitan conocer el mínimo de plantas con el que una población puede ser viable y qué diversidad genética existe para poder diseñar las estrategias de conservación posteriores.

 

Reintroducción de la especie

 

La androsela riojana vive a altitudes de entre 1.800 y 2.000 metros, lo cual preocupa también a los científicos por el modo en que se puede ver afectada por el cambio climático. "Es posible que esta especie y otras que viven en su área se queden sin espacio, pero eso es algo que aún no sabemos, estamos en la fase de conocimiento profundo de la especie y las semillas del banco de germoplasma permitirán reintroducirla en la naturaleza", declara el investigador. "Tenemos localizadas distintas cumbres de La Rioja en las cuales se podrían dar las condiciones microclimáticas para la supervivencia de la planta, si se encuentra el hábitat adecuado. Habría que ver si es interesante o no su introducción o reintroducción, porque no sabemos si existió antes en esos lugares", apunta.

 

Pioneros en España
La experiencia en tareas similares es casi inexistente, ya que en España "no llegan a diez los planes de recuperación que se han llevado a cabo. En este aspecto, se trabaja muy bien en el Teide, donde los botánicos son pioneros en el desarrollo de planes de conservación", señala el experto. Los primeros en poner en marcha algo así fueron investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid con un plan de recuperación de la Borderea Chouardii, una planta pirenaica. En este caso, junto al máximo responsable del proyecto trabajan también Gonzalo García-Baquero, que se encuentra en la actualidad en la Open University del Reino Unido con una beca postdoctoral, y Elena Amat, que pertenece al Jardín Botánico de Madrid. En total, junto con los técnicos de la Consejería de Medio Ambiente de La Rioja, más de una decena de personas están implicadas directa o indirectamente en la salvación de la androsela.