Medio Ambiente España , Salamanca, Lunes, 09 de octubre de 2006 a las 18:02

El director adjunto del CIEMAT advierte que los países en desarrollo tendrán en sus manos la evolución del cambio climático

Cayetano López ha participado en la primera jornada del congreso de Alternativas Energéticas para el Desarrollo de la Universidad de Salamanca

AVPR/DICYT El consumo de la energía primaria crecerá en los próximos 30 años un 40% debido, esencialmente, a la demanda proveniente de países en vías de desarrollo, como pueden ser China o la India. "La forma en la que se satisfaga dicha demanda energética resultará crucial a la hora de determinar la evolución del cambio climático, y Europa ocupará en este proceso una posición insignificante". Este es el análisis de Cayetano López, director adjunto del Centro de Investigaciones Energéticas, Ambientales y Tecnológicas (CIEMAT), expuesto durante la primera de las sesiones del congreso de Alternativas Energéticas para el Desarrollo que desde hoy lunes y hasta el próximo miércoles se desarrollará en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Salamanca.

Según los datos aportados por el responsable del departamento de Energía del CIEMAT "en los últimos 15 años el volumen de CO2 presente en la atmósfera ha pasado de las 280 partes por millón (cifra en la que se había mantenido estable durante los últimos 1000 años) a las 370, dando lugar a la modificación de una decena de procesos físicos y más de 450 procesos biológicos", entre las consecuencias más inmediatas y cercanas se encuentra el hecho de que la temperatura media se haya incrementado en España 1’53 grados en los últimos 30 años, pero si se analiza la situación desde un punto de vista más global, hay que sumar a la lista de consecuencias la disminución de los recursos hídricos y del grado de humedad terrestre, la propagación de enfermedades emergentes, el incremento en el riesgo de inundaciones o la pérdida de la capacidad de producción de cosechas en regiones tropicales y subtropicales.

De todo ello, explica Cayetano López, "se deriva la necesidad urgente de poner en marcha políticas que permitan exportar tecnologías y actitudes responsables hacia aquellos países que en unos años liderarán el consumo y la producción energética, seleccionando cuidadosamente el emplazamiento y el tipo de fuente de producción que menor impacto tenga para el entorno". 

 

Nuclear

 

A pesar de las reticencias sociales que aún se manifiestan hacia el uso de la energía nuclear parece que, en opinión de los expertos reunidos en Salamanca, esta es la fuente energética que tendrá un menor impacto en la conservación del planeta: "No podemos engañarnos y pedir a las renovables más de lo que pueden dar. La capacidad de obtener energía solar, por ejemplo, será siempre la misma, y la explotación de este recurso natural no se realiza al 100% durante todos los días del año. En cualquier caso si actualmente las renovables tienen capacidad para cubrir un 12% de la demanda en unos años apenas llegarán al 3%", ha comcluido López.