Alimentación España , Salamanca, Jueves, 21 de julio de 2005 a las 14:17

El éxito del programa de desratización hace descender el número de avisos por la presencia de estos roedores en un 65%

El nuevo sistema, puesto en marcha el año pasado, permite un ahorro en las cantidades de raticida utilizadas

AVPR/DICYT La Unidad de Sanidad adscrita a la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Salamanca ha conseguido disminuir en un 65% los avisos que los técnicos responsables del programa de desratización municipal recibieron en 2003, pasando de 135 llamadas en ese año a 88 durante 2004. Una tendencia que parece ha mantenido en los primeros cuatro meses de 2005, en los que se han recibido una treintena de avisos. Además, con el nuevo sistema el volumen de raticida empleado se ha reducido en dos años prácticamente a la mitad.

Según ha asegurado a DICYT Juan José Hernández Araujo, concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Salamanca, "a finales de 2005 se habrá consolidado un programa que, no sólo ha mejorado el control de estos animales en alcantarillado y solares, sino que también ha favorecido un ahorro importante para las arcas municipales, ya que ha permitido disminuir en más de un 57% la cantidad de raticida utilizado en estas tareas, pasando de 1.834 kilogramos de veneno en 2003 a 1.059 en 2004".

Aunque no existen por el momento estimaciones del ahorro que se va a experimentar a finales de 2005, los técnicos responsables del área de control de plagas también consideran que los resultados son muy positivos. María Jesús García, coordinadora de la Unidad de Sanidad comenta que "periódicamente se lleva a cabo una inspección en diferentes lugares de la ciudad en los que se ha detectado la presencia de roedores. Generalmente determinamos el grado de infestación por el número de avisos que hemos recibido en cada una de las zonas al mes, y según reflejan los datos, desde que a finales de 2003 comenzó a implantarse el sistema, el número de llamadas a descendido mucho", y añade, "aunque hay que tener en cuenta que el objetivo de un programa de control de plagas no es el de acabar con la especie animal que la provoca, sino el de mantener la población de roedores, en este caso, en unos márgenes que no resulten peligrosos para la salud de las personas ni dificulten las diferentes actividades diarias".

Bolsitas más resistentes

Entre las novedades técnicas que han propiciado estos resultados, habría que destacar dos: según explica Hernández Araujo, "por un lado, uno de los mayores problemas que encontraban los técnicos del servicio de desratización era el distribuir y mantener los cebos con veneno en los lugares indicados, ya que en época de lluvias la crecida del caudal de agua en las alcantarilla arrastraba gran cantidad de bolsitas con veneno, ocasionando los consiguientes gastos que se derivan de su reposición y distribución. Por otra parte hay que tener en cuenta que los animales se habitúan la veneno, haciéndose inmunes a sus efectos, lo que ha hecho necesario cambiar su composición".

Las bolsas de raticida contienen ahora una sustancia similar a la parafina cuya composición, color y olor resultan más atractivos para los animales, a la vez que se ha incrementado su eficacia. Por otra parte se han incluido varias mejoras en la fijación de estos dispositivos que impiden su dispersión por la red de alcantarillado. Cada uno de los cebos está sujeto a la alcantarilla por un alambre de gran resistencia a la corrosión y la humedad, lo que evita que se desprenda con tanta facilidad en época de lluvias.