Alimentación España , León, Lunes, 24 de enero de 2011 a las 14:15

El MARM publica estrategias para la conservación de las poblaciones cantábricas de urogallo y oso pardo

El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino elabora 14 documentos para especies amenazadas

Antonio Martín/DICYT El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM) ha publicado en su página web 14 estrategias para la conservación de especies amenazadas. Estos documentos incluyen dos subespecies amenazas que pueblan la Cordillera Cantábrica. La finalidad de la estrategia en torno al oso pardo es "asegurar la viabilidad a largo plazo de las poblaciones cantábricas", según recoge el documento, mientras que en el caso del urogallo, es vista "la tendencia regresiva", "disminuir el grado de amenaza".

 

Los documentos, consultados por DiCYT, explica que "en el caso del oso cantábrico no se parte de cero, ya que cuenta con Planes de recuperación vigentes en las cuatro autonomías oseras", pero este hecho "no excluye la elaboración ahora de unos criterios orientadores". En la estrategia se indican directrices y medidas para cumplir con la finalidad propuesta de asegurar la conservación del oso cantábrico y orientar las revisiones de unos planes de recuperación coordinados, que constituyan una herramienta útil para la conservación y recuperación de la subespecie.

 

La estrategia muestra un diagnóstico actual de la situación de la población cantábrica de osos pardos (Ursus arctos cantabricus). Estos animales se distribuyen en la Cordillera Cantábrica en dos poblaciones que "posiblemente están incomunicadas", hecho este que parece confirmarse en estudios genéticos: población occidental y población oriental. "La población oriental de la Cordillera Cantábrica, junto con las poblaciones autóctonas de osos de los Pirineos y del Trentino, se encuentra entre las poblaciones de osos con más bajo grado de variabilidad genética registrado", aunque se desconoce las consecuencias de este hecho.

 

Las poblaciones cantábricas de osos ocupan un área de cerca de 5.000 kilómetros cuadrados, aunque localizaciones de ejemplares erráticos ampliarían el área hasta cerca de 7.000 kilómetros cuadrados. Estas áreas están separadas de como mínimo treinta kilómetros donde se concentra la actividad humana. La población occidental se extiende desde los Ancares de Lugo hasta el Puerto de Pajares, especialmente en la vertiente asturiana, mientras que la oriental se distribuye entre desde Campoo de Suso (Cantabria) hasta el puerto de Vegarada (Asturias). El 85% de la superficie de esta población se sitúa en Castilla y León. La población oriental tiene un censo estimado, mediante técnicas moleculares, en 20 ejemplares.

 

La finalidad de la estrategia es "asegurar la viabilidad a largo plazo de las poblaciones cantábricas de oso, incrementando su número poblacional y su distribución, con las limitaciones inherentes a la coexistencia con las comunidades rurales" por medio de acciones como reducir las muertes de osos por personas, asegurar la conectividad de las poblaciones y conservar el hábitat.


Urogallo cantábrico

 

La estrategia del urogallo cantábrico (Tetrao urogallus cantabricus) resalta que la subespecie está "sufriendo un declive continuado" durante las últimas décadas. Distribuidos en un área próxima a los 2.000 kilómetros cuadrados, desde los Ancares de Lugo hasta los bosques más occidentales de Cantabria, "stá a punto de separarse en dos núcleos de población aislados" y se ha constatado "la práctica desaparición de la subespecie en las zonas periféricas del área de distribución". Los conteos poblacionales "han puesto de manifiesto la grave situación que atraviesa la población cantábrica de urogallos que, en apenas dos décadas, se ha reducido prácticamente a la mitad". En este documento, el ministerio estima la población entre 500 y 600 ejemplares.

 

Aunque la especie Tetrao urogallus, a nivel global, "no se encuentra amenazada", la población cantábrica padece un declive debido a factores mundiales (como el cámbio climático), regionales (pérdida de hábitat y fragmentación de los bosques cantábricos) y locales (presión humana y elevada presencia de competidores y depredadores), recoge el documento ministerial. "Las causas del declive deben buscarse en la bajísima tasa de producción de juveniles" más que en la mortalidad de los adultos, destaca el informe.

 

La estrategia recomienda, entre otras actuaciones, "favorecer el éxito reproductor y la supervivencia de los adultos", "garantizar la conservación de las características taxonómicas propias del urogallo cantábrico, "establecer un programa de cría en cautividad y la creación de una reserva genética, "garantizar la conservación de los hábitats favorables, "promover actuaciones de restauración y mejora del hábitat, "asegurar la conectividad entre núcleos de población" y "aumentar el conocimiento sobre la especie y su hábitat, "incrementar la conciencia social y la participación pública".

 

Otras especies

 

A esta lista de especies amenazadas para las que el MARM ha elaborado estrategias propias se ha añadido recientemente la relativas al urogallo pirenaico (Tetrao urogallus aquitanicus), la pardela balear (Puffinus mauretanicus), el oso pardo (Ursus arctos) en los Pirineos, la malvasía cabeciblanca (Oxyura leucocephala), lapa ferrugínea (Patella ferruginea), la focha moruna (Fulica cristata), la almeja de río (Margaritifera auricularia) así como la del visón europeo (Mustela lutreola), incluyendo para esta última especie la publicación del programa de conservación ex situ del visón europeo. También se ha publicado la segunda parte de la estrategia de conservación del Lince Ibérico (Lynx pardinus) así como la primera Estrategia Nacional para el Control del Mejillón Cebra (Dreissena polymorpha).

 

De acuerdo con lo establecido en la Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, el MARM ha impulsado la elaboración de estas estrategias de conservación en colaboración con las comunidades autónomas, los sectores afectados, los investigadores y la sociedad civil. Para su redacción se han constituido grupos de trabajo ad hoc y se han iniciado procesos de participación y consulta. Estas acciones culminaron con la presentación de un texto a la Comisión Estatal del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, que es el órgano colegiado responsable de elevar la propuesta a la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente para su aprobación definitiva.

 

La ley también prevé la elaboración de estrategias de lucha contra las principales amenazas para la biodiversidad, dando prioridad a las que afecten a un mayor número de especies incluidas en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.