Tecnología España , Salamanca, Martes, 22 de junio de 2010 a las 12:55

El proyecto PharmaFabula gana la 'NFC Forum Global Competition 2010'

El sistema para invidentes que lee el prospecto de los medicamentos por móvil ha sido desarrollado en la Universidad Pontificia de Salamanca

José Pichel Andrés/DICYT La Universidad Pontificia de Salamanca, a través de su Club de Innovación, ha logrado el primer premio de la NFC Forum Global Competition 2010 en su categoría de Investigación con el proyecto PharmaFabula, cuyo objetivo es que las personas con deficiencias visuales puedan informarse de los contenidos del prospecto de un medicamento con sólo acercar su teléfono móvil a la caja. La iniciativa que parte de la idea de dos estudiantes de Informática se ha impuesto a decenas de proyectos de todo el mundo pertenecientes a los principales desarrolladores de una tecnología puntera en el campo de las comunicaciones, la NFC (Near Field Communication), similar al popular bluetooth. PharmaFabula consiste en adherir una etiqueta inteligente a los medicamentos para informar un paciente del contenido del prospecto de una forma personalizada y próximamente se desarrollará con un proyecto piloto en las farmacias salmantinas.

 

Una ceremonia celebrada en la noche de ayer, lunes 21 de junio, en Karlshamn (Suecia), en la que los representantes de la Universidad Pontificia participaron por videoconferencia sirvió para otorgar este primer premio a PharmaFabula en la categoría de investigación académica, mientras que un proyecto austriaco denominado Nexperts se llevó el galardón en la categoría comercial. Lo que más valoró el jurado fue que PharmaFabula fue "el único proyecto con potencial de uso real y práctico inmediato", ha afirmado en declaraciones a DiCYT Miguel Ángel Sánchez Vidales, director del Club de Innovación, una iniciativa de la Universidad Pontificia en colaboración con la Fundación Caja Duero que tiene como objetivo facilitar el desarrollo de proyectos tecnológicos de tecnología móvil y chip a partir de las ideas de los alumnos.

 

En este caso, los artífices fueron Fernando Fernández y José María Pérez. Su primer proyecto se llamó Fabula y usaba la tecnología NFC para reconocer objetos, de manera que una persona invidente podía acercar su teléfono móvil a cualquier utensilio y descargarse un fichero de voz que indicaba de qué objeto se trata. Los jóvenes se apoyaron también en la tecnología de identificación por radiofrecuencia o RFID (Radio Frecuency Identification, RFID) para crear las etiquetas inteligentes. En combinación con la NFC, el sistema permitía descargar una información al móvil que puede ser reproducida en forma de voz.

 

La aplicación a los fármacos es un paso más. Al acercar un móvil con NFC al fármaco, el sistema detecta la etiqueta, el usuario presiona dos veces la tecla más grande del teléfono: una para descargarse el fichero y otra para escucharlo. Así se informa de lo que dice el prospecto, pero además puede hacerlo de forma personalizada.

 

También con QRcode

 

Para conseguir esta individualización, el médico o el farmacéutico puede incluir datos en el mensaje, ya que el sistema les permite crear una etiqueta general o personalizar la información sobre las dosis, las contraindicaciones u otros datos que desee recordarle al paciente. Además, tanto el proyecto original como PharmaFabula funcionan también con el sistema QRcode, mucho más extendido y válido para cualquier móvil con cámara de fotos, puesto que el teléfono saca una foto y al leer los cuadraditos que funcionan como un código de barras, lleva al móvil a una web que contiene la información correspondiente. Así, resulta útil también para personas sin problemas de visión.


"Hasta ahora, la caja sólo pone en braille de qué fármaco se trata, pero pensamos que podría ser útil un resumen del prospecto personalizado", comentaba en su día Fernando Fernández Fidalgo, uno de los impulsores de la idea. Ahora sigue colaborando con el proyecto con el proyecto piloto que pretende implementar el sistema en colaboración con el Colegio de Farmacéuticos de Salamanca. "Queremos hacerlo con datos reales y ver cómo los usuarios lo van comprendiendo", ha explicado hoy a DiCYT. Su compañero, José María Pérez, ha llegado incluso a montar su propia empresa, Conetate.

 

Apoyo de la ONCE

 

El proyecto fue seleccionado para participar en la primera parte de la NFC Forum Global Competition 2010, que se celebró el pasado mes de abril en Mónaco. Sin embargo, los problemas que ocasionó el volcán islandés en el tráfico aéreo europeo obligaron a posponer parte de la cita para estas fechas. En la recta final, sólo se incluyeron 10 proyectos finalistas y, entre ellos, se seleccionaron otros tres que tuvieron que exponer en la noche de ayer su proyecto en unos pocos minutos sin conocer aún quién era el vencedor. Tras los nervios y la alegría posterior Miguel Ángel Sánchez Vidales valora, por ejemplo, el apoyo de la ONCE a este proyecto, que ya ha conocido la noticia a través de Fernando Sánchez-Guijo, director del Departamento de Afiliados.

 

"Estamos al nivel del instituto tecnológico de la marca Nokia y de las universidades y centros más prestigiosos del mundo", afirma. "Nos presentamos con valor para saber cuál era nuestro nivel y vimos que éramos muy competitivos", asegura. Por eso se han llevado el trofeo y los 5.000 euros de premio, una cantidad simbólica, pero un gran reconocimiento internacional.

 

"No hay límites a la imaginación"

 

El presidente del Foro NFC, Koitchi Tagawa, afirmó que los dos proyectos ganadores, Nexperts y PharmaFabula, "nos recuerdan una vez más que no hay límite en la imaginación", según una nota de prensa distribuida por los organizadores. "Cada uno de estos premios es un reconocimiento a la capacidad única de la tecnología NFC de permitir soluciones que pueden mejorar, enriquecer y simplificar la vida de las personas", señaló. En la categoría comercial, el segundo y tercer premio fueron para proyectos de Estados Unidos y Japón; mientras que en la categoría de investigación, lo fueron iniciativas de Bélgica y Reino Unido.