Tecnología España , Valladolid, Lunes, 24 de marzo de 2008 a las 13:39

Expertos del Laboratorio de Teledetecci贸n participan en una publicaci贸n internacional sobre la observaci贸n de la Tierra

Abel Calle y Jos茅 Luis Casanova han contribuido con un art铆culo acerca del estudio de los niveles de ozono en la atm贸sfera

YG/DICYT Los investigadores del Laboratorio de Teledetección de la Universidad de Valladolid Abel Calle y el director de este centro, José Luis Casanova, han participado en una publicación que, bajo el título Earth Observation of Global Change (Observación de la Tierra de Cambio Global), analiza a través de artículos de casi una veintena de expertos internacionales los métodos de teleobservación por satélite como herramienta para controlar y vigilar los cambios que está experimentando el planeta en campos como las condiciones atmosféricas, las capas de hielo, la vegetación, el cambio del uso del suelo o los procesos de desertificación. En concreto, el artículo de estos dos investigadores vallisoletanos se ha centrado en el seguimiento y estudio del contenido de ozono en la atmósfera a través de la información suministrada por los satélites.

 

Las variaciones que ha experimentado el agujero de ozono a lo largo de los años o cómo contribuyen sustancias como los denominados CFCs (clorofluorocarburo, clorofluorocarbono o clorofluorocarbonados) a su destrucción son algunos de los aspectos que han analizado Calle y Casanova en este trabajo, que aporta datos conocidos como que una sola molécula de cloro liberada en la atmósfera puede destruir más de 100.000 moléculas de ozono.

 

El trabajo incide además en que el nivel de CFCs en la atmósfera aumentó hasta aproximadamente el año 1992 y, pese a que durante estos años su presencia se han estabilizado, la capa de ozono no ha registrado mejoría, lo que hace suponer a los expertos que “hasta dentro de unos 50 años” el ozono no comenzará a notar la reducción en los niveles de esta sustancia, ha explicado Calle a DICYT.

 

El investigador afirma que desde finales de los años 70 los sensores instalados en los distintos satélites de observación de la Tierra vienen suministrando información acerca de los niveles de ozono en la alta atmósfera. En concreto, el artículo publicado en este libro hace incidencia en tres de ellos, denominados Toms, de la Agencia Espacial Norteamericana (NASA), Gome y Gomos, ambos de la Agencia Espacial Europea (ESA).

 

En la publicación también participan expertos de la propia NASA y ESA, así como otros investigadores españoles en el campo de la Teledetección, la Geografía o la Meteorología. El libro ha sido publicado por la editorial Springer.