Alimentación España , León, Lunes, 14 de diciembre de 2009 a las 13:58

Identifican zonas del cromosoma asociadas a la resistencia de un par谩sito de la oveja churra

Un grupo de investigadores de la Universidad de Le贸n da un primer paso para identificar los genes implicados en la inmunidad ante tricostrongilidos

Antonio Martín/DICYT Existen ovejas en los rebaños que son más capaces que resistir ante la infección de diferentes parásitos. Partiendo de este hecho, un grupo de investigadores del Departamento de Producción Animal de la Universidad de León ha identificado caracteres genéticos de estos animales vinculados con la resistencia a un grupo de patógenos, los tricostrongilidos. Estos caracteres facilitan la inmunidad a un grupo de estos nematodos intestinales, que producen alteraciones digestivas en los animales. El trabajo se ha realizado con ovejas churras, raza productora de leche autóctona de Castilla y León. Se trata del primer paso para posteriormente afinar qué genes están implicados en esta capacidad de resistencia.

 

El trabajo parte de un programa de selección de ejemplares que la Facultad de Veterinaria de León realiza para la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Ovino de Raza Churra (denominada Anche), con sede en Palencia. "Pretendemos mejorar la raza para no tener que recurrir a la administración de antiparasitarios, ya que, al utilizarlos constantemente, los parásitos se vuelven resistentes a los mismos y los fármacos pierden, por lo tanto, su capacidad", explicó a DiCYT uno de los coordinadores del trabajo científico, Luis Fernando de la Fuente. Por este motivo, los científicos seleccionaron 322 ovejas procedentes de ocho familias diferentes y 15 explotaciones de las provincias de Burgos, León, Palencia y Zamora. Los científicos entienden como una familia de ovejas la descencencia de un mismo carnero.

 

Los investigadores utilizaron una técnica de Genética molecular denominada marcadores de microsatélites, habitual en este tipo de estudios genéticos. "Existen secuencias repetidas del ADN que se denominan microsatélites; a través de estos marcadores, podemos identificar las zonas del cromosona posiblemente implicadas en la resistencia a los parásitos u otras cuestiones", explica De la Fuente. Estas regiones se denominan loci (locus en singular, del latín 'lugar'). La lista ordenada de loci configuran los mapas genéticos, en boga en los últimos años. Los científicos han determinado que el 5% del cromosoma de la oveja churra tiene relación con la inmunidad a los parásitos en los que se centra el estudio.

 

Identificación y caracterización

 

El trabajo, financiado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), es un primer paso que puede conducir a medio plazo a la identificación y caracterización de genes implicados en esta resistencia y genotipar sementales para mejorar la resistencia de la raza ante patógenos. También es la primera investigación de este tipo que se realiza con oveja churra. De la Fuente recuerda que grupos de investigación australianos y neozelandeses "son pioneros" en este ámbito, en ovejas merinas, por su alta producción ovina, por lo que en esta otra raza, productora de lana, los estudios están más avanzados.

 

El grupo de investigadores, que dirige el profesor Juan José Arranz, trata, de forma general, de ampliar el conocimiento de la raza churra a través de la identificación de otros caracteres genéticos vinculados a la producción láctea, el rendimiento quesero (esto es, el porcentaje de grasa o proteína que contiene este subproducto) y la morfolología corporal, como por ejemplo la mamaria. Este equipo también está implicado en la secuenciación del genoma de la oveja, un proyecto de carácter internacional.

 

Los tricostrongilidos
Los tricostrongilidos, nematodos patógenos, se localizan en el intestino delgado y en el cuajar del ganado ovino y caprinno y se caracterizan por alteraciones digestivas, retraso del crecimiento, disminución de las producciones, en ocasiones anemia, caquexia y, raramente, muerte. La intensidad de la infestación varía con la edad de los animales, afectando más a ovinos que a caprinos y, sobre todo, con el sistema de producción que se emplee en la explotación. Estos parásitos se contagian por los alimentos y aguas de bebida infestándose, en principio, en dos épocas del año: en primavera y al final del verano o primeros de otoño. Son parásitos muy difundidos.