Salud España Salamanca, Salamanca, Miércoles, 11 de abril de 2007 a las 18:14

Investigadores salmantinos prueban un nuevo fármaco en pacientes del síndrome de Sezary

El Centro del Cáncer analiza muestras de células antes y después de tomar el medicamento

JPA/DICYT Científicos de la Universidad de Salamanca están llevando a cabo un proyecto en colaboración con la empresa británica Gloucester Pharmacy para analizar muestras de sangre y médula ósea de pacientes con el síndrome de Sezary. El equipo de Alberto Orfao, científico del Centro de Investigación del Cáncer y director del Banco Nacional de ADN, trata de comprobar la eficacia de un nuevo medicamento desarrollado por la farmacéutica contra este tipo de linfoma a través de la comparación entre las células de un mismo paciente antes y después del tratamiento.

 

El síndrome de Sezary es un linfoma cutáneo, un tumor que se manifiesta primero en la piel y que está provocado por una serie de mutaciones de los linfocitos o glóbulos blancos que combaten las infecciones y son producidos en la médula ósea y otros órganos del sistema linfático y, en este caso, se convierten en cancerígenos. Los propios linfocitos hacen que la enfermedad se extienda a la sangre, médula ósea, ganglios y a cualquier tejido que está en contacto con ellos.

 

El sistema de análisis por citrometría de flujo es una técnica que puede ser alternativa o complementaria al microscopio y que consiste en marcar las células para medir en ellas una serie de características. Para ello, las células en cuestión se hacen pasar de una en una por delante de rayos láser y, dependiendo de la luz que refleje la propia célula, los científicos son capaces de determinar qué características tiene. Esto permite diferenciar un tipo de célula de otro y, en este caso, dentro de los linfocitos, permite distinguir entre los normales y los tumorales. Así, es posible determinar la presencia de tumorales incluso cuando tienen una frecuencia muy baja. "Aunque parece un método muy lento, porque vamos analizando célula por célula, en realidad, la velocidad del análisis llega a 10.000 células por segundo, lo cual permite que en diez minutos se puedan ver cerca de seis millones”, explica Alberto Orfao, experto en esta técnica.

 

Reparación del ADN

 

En este caso, la farmacéutica británica está aplicando a pacientes europeos un nuevo tratamiento para el síndrome de Sezary. “Lo que quieren es medir en sangre y en médula ósea si ese tratamiento nuevo es eficaz o no. Para ello necesitan una técnica muy sensible capaz de distinguir entre las células tumorales y las normales. En el área de la citometría de flujo nos conocen y por eso hablaron con nosotros para centralizar aquí las muestras de toda Europa”, comenta el científico. El compuesto, que está siendo sometido a pruebas, interfiere en los mecanismos de reparación de ADN, es decir, interviene en las células que tienen dañado el ADN o que se están multiplicando de manera defectuosa. El equipo firmó el proyecto en el año 2006 y con el trabajo realizado hasta ahora, esperan poder terminarlo en un año.

 

Con enfermos europeos
El equipo de investigadores no descarta que la farmacéutica plantee realizar un seguimiento más allá del tiempo de tratamiento previsto inicialemente. La técnica permite realizar el test diagnóstico a cada una de las muestras len apenas media hora, según destacan los investigadores. Para medir los efectos del compuesto, los científicos salmantinos compararán muestras obtenidas antes y después del tratamiento. Por el momento, casi la totalidad de estos análisis se han realizado con muestras anteriores a la suministración del fármaco. Todas ellas proceden de pacientes países europeos, ya que no hay ningún hospital español que participe en el estudio de Gloucester Pharmacyed, y el Centro del Cáncer es, por tanto, centro de referencia.