La empresa palentina Agrocinegética del Cerrato investiga para evitar la oxidación de los piensos para caballos

EP/DICYT La empresa palentina Agrocinegética del Cerrato (ACC), ubicada en las inmediaciones de la localidad de Venta de Baños y que se dedica desde hace tres años a la fabricación de pienso para caballos, yeguas y potros, tanto de paseo como de competición, ha apostado por la inversión en I+D para mejorar su producción y prolongar su vida útil.

La elaboración de este producto se lleva a cabo mediante el sistema de multipartículas (similar a los cereales de desayuno) de copos de maíz, cebada, trigo, avena y soja hidrolizada, entre otros. "Todo ello va impregnado de melaza, un producto muy energético que gusta mucho al caballo", explica el responsable del departamento técnico de Agrocinegética del Cerrato, Julio Fuentes.

Este producto se exporta a un gran número de regiones españolas y a varios países, por lo que es vital que su conservación en óptimas condiciones se alargue en el tiempo. Por ello buscaron otras alternativas y, fijándose en las bandejas de carne que venden en los supermercados y que están envasadas mediante un proceso de atmósfera modificada, Julio Fuentes dio con la solución para aumentar su durabilidad.

Dicho proceso se basa en extraer totalmente el oxígeno existente para sustituirlo por nitrógeno y CO2. Sin embargo, este tipo de industria trabaja con campanas de vacío de un tamaño mucho más pequeño del requerido por ACC, pero "nosotros, al tener sacos de 20 kilos, necesitábamos una campana de un tamaño mucho mayor2, explica. "No encontrábamos la máquina en el mercado y teníamos que inventarla. Nos pusimos en marcha con un técnico que hace máquinas de termosellado y autoclaves, que no tiene nada que ver, y empezamos a diseñar un prototipo que aspirara la atmósfera, que viene a tener entre un 18'8% y un 20'9% de oxígeno, para que dejara el saco completamente vacío de oxígeno y que luego, mediante un sistema de válvulas, pudiéramos inyectar el nitrógeno y el CO2 y luego termosellarla", explica Fuentes.

El nitrógeno que se añade a cada saco es un gas inerte, por lo que establece una atmósfera controlada que no provoca variaciones de acidez, y el CO2 es un gas bacterio-estático que controla el nivel de bacterias. Mediante la supresión del oxígeno, ACC consigue que el producto dure, según las pruebas realizadas por la empresa, hasta los nueve meses con un aroma muy similar al del primer día. "Con el CO2 damos un ligero toque al producto que, al mismo tiempo, lo hace más apetecible para el caballo. El CO2 crea una fermentación anaerobia que da una acidez y un olor característico que parece agradar especialmente al equino", justifica Julio Fuentes.

Cinco sacos de pienso por minuto

La empresa trabaja ahora en el diseño de una máquina automática que permitirá incrementar la producción, puesto que uno de los problemas del prototipo que usan ahora para modificar la atmósfera de los piensos es su lentitud. La construcción del prototipo utilizado para hacer el vacío en los piensos (en la imagen superior) ha requerido una inversión en I+D de 283.000 euros, de los que la Junta de Castilla y León ha aportado 50.000. La nueva máquina que Agrocinegética del Cerrato está diseñando tendrá un coste de 54.000 euros y capacidad para producir el vacío en cinco sacos por minuto, lo que supone más del doble de la producción del prototipo.