La Facultad de Psicología de la Universidad de Salamanca prepara un curso sobre prevención del consumo de drogas
AVPR/DICYT La Facultad de Psicología de la Universidad de Salamanca impartirá, del 25 de febrero al 18 de marzo, un curso sobre prevención del consumo de drogas. Dicha actividad, que se desarrollará bajo la coordinación de los profesores Fernando Jiménez Gómez y Pablo González Romeiro, tiene como objetivo ofrecer a los alumnos los conocimientos necesarios para poder actuar posteriormente como asesores de otras personas susceptibles de iniciarse en el consumo de sustancias estupefacientes.
En este sentido, y aunque el curso se dirige especialmente a jóvenes estudiantes de disciplinas relacionadas con la sociología, la psicología y el graduado social, se ha previsto también abrir su matrícula al público en general para facilitar el acceso a un mayor número de profesionales que desarrollen su trabajo en contacto con sectores sociales de riesgo, y que quieran perfeccionar sus conocimientos y técnicas de intervención en materia de prevención de consumo de drogas.
Entre los diferentes temas que se abordarán a los largo del curso destaca el análisis de los efectos biológicos derivados del consumo de los tres tipos más comunes de estupefacientes como son los estimulantes, los alucinógenos y los depresores. Desde el punto de vista sociológico, los alumnos podrán evaluar los hábitos de uso y consumo de drogas en la actualidad, incidiendo en cuestiones como la presencia de estupefacientes en el deporte, el consumo de drogas en las escuelas y espacios educativos o el acceso a los estupefacientes en lugares de ocio nocturno.
Narcosalas
Los organizadores de la actividad han querido incorporar al temario ejemplos prácticos que sirvan de orientación a los alumnos a la hora de desarrollar programas de prevención. El más relevante a nivel nacional será expuesto por la doctora Inmaculada San Juan Llano, quien realizará una reseña sobre los beneficios que ha aportado la narcosala puesta en marcha por parte de la Comunidad de Madrid en el poblado chabolista de Las Barranquillas.
Esta iniciativa, pionera en España, comenzó su andadura en el año 2000 con el objetivo de reducir los daños derivados del consumo de drogas, principalmente la transmisión de enfermedades como el SIDA o la hepatitis por el intercambio de jeringuillas entre los toxicómanos. En estos momentos la narcosala de Las Barranquillas recibe una media diaria de 120 usuarios, y a los programas de recogida y reparto de jeringuillas se suman los tratamientos sustitutivos con metadona y varios programas de desintoxicación.