Salud España , Salamanca, Viernes, 23 de mayo de 2008 a las 12:19

La Genética y la Bioquímica aportan nuevas vías en el tratamiento de la pérdida de audición asociada a la edad

Hasta un 68% de las personas de entre 60 y 70 años padecen algún grado de presbiacusia, según los expertos reunidos en Salamanca

JPA/DICYT Hasta un 68% de las personas de entre 60 y 70 años padecen algún grado de presbiacusia o pérdida de audición asociada a la edad, según los expertos que participan estos días en las II Jornadas Internacionales sobre Avances en Audiología. Frente a la teoría tradicional de que este deterioro está producido pricipalmente por causas ambientales, como la sobreexposición a un exceso de ruidos a lo largo de la vida, comienzan a aparecer nuevas vías de investigación y tratamiento que relacionan la enfermedad con causas bioquímicas y genéticas.

 

"Según algunos autores, existe un 40% de responsabilidad genética en la presbiacusia y muchos más casos en los que no hay una relación directa, pero en los que la presbiacusia aparece combinada con otros factores genéticos", ha explicado a DiCYT Luis Beltrán, del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Clínico Universitario. Algunas investigaciones recientes demuestrasn la existencia de "mutaciones mitocondriales que influyen en la aceleración de la senilidad y de la presbiacusia, y que se están estudiando tanto en animales y como en personas".

 

Por otra parte, otra línea de investigación actual se centra en la degeneración de la estría vascular del oído interno, una estructura encargada de reciclar potasio, un ión clave en el funcionamiento de la cóclea. Cuando la estría vascular deja de cumplir su función aparece un déficit de potasio que se relaciona con la pérdida de audición y que en la actualidad se comienza a compensar con tratamientos farmacológicos. De hecho, es el primer caso en el que la presbiacusia se combate con medicamentos.

 

Audífonos modernos

 

Aún así, ante la pérdida de audición sigue teniendo un papel protagonista "la ingeniería acústica, con la producción de aparatos cada día más sofisticados y basados en nuevas teorías, como la transposición de las frecuencias", que trata de compensar ciertas alteraciones, por ejemplo, "hay ancianos que tienen los agudos totalmente eliminados, lo que se llaman zonas muertas cocleares", señala Beltrán. Asimismo, se han desarrollado audífonos que evitan las resonancias o reducen el ruido ambiental, de manera que la persona percibe lo que quiere oir con mayor nitidez.

 

El especialista señala también las dificultades de los profesionales ante la propia definición y diagnóstico de la presbiacusia. "Al final de la vida se dan cita no sólo el envejecimiento en sí, sino todo tipo de agresiones que el oído va sufriendo a lo largo de la vida, desde problemas internos hasta agresiones ambientales como los ruidos, los elementos tóxicos o un metabolismo inadecuado", apunta. Según Beltrán, "las enfermedades del oído a veces pasan desapercibidas, pero van dejando su poso hasta que aparecen en forma de presbiacusia. El diagnóstico deja mucho que desear porque en muchos casos no se puede identificar una patología auditiva concreta al presentarse a la vez que la presbiacusia", comenta.