Alimentación España León, España, Miércoles, 31 de octubre de 2007 a las 12:59

"La gran mayoría de las empresas sigue viendo el medio ambiente como un gasto"

José Luis de la Cruz, responsable del área de Sostenibilidad del Observatorio de la Sostenibilidad de España

Isidoro García Cano/DICYT Cuando pensamos en contaminación vemos imágenes de grandes industrias vertiendo desechos a los ríos o a la atmósfera, pero no pensamos en nuestros propios hábitos de vida. Mientras que las grandes empresas contaminantes están sometidas a control por la Administración, los consumos de cada persona son libres. "Eso es principalmente lo que hace que España haya aumentado su nivel de emisiones respecto al Protocolo de Kyoto", opina José Luis de la Cruz. El científico del Observatorio de la Sostenibilidad de España (OSE) dio ayer en León una charla sobre indicadores de integración, dentro del IX Foro sobre Desarrollo y Medio Ambiente organizado por Caja España.

 

¿Qué son los indicadores de integración?
J.L.C.: Los indicadores de integración miden cómo los principios de sostenibilidad se integran en el desarrollo empresarial e institucional. Ejemplos de estos indicadores son la Agenda Local 21, para las Administraciones locales, o la Responsabilidad Social Empresarial, en el caso de las empresas. Son indicadores menos directos que la medición de la contaminación, por ejemplo. Hacen referencia más bien a procesos o a gestión.

¿Cuáles son las herramientas fundamentales para la gestión medioambiental de la empresa?

J.L.C.: Básicamente dos, la ISO 14001 y el modelo EMAS. Se aplican a cualquier tipo de empresa y son, esencialmente, sistemas de gestión que integran la variable medioambiental dentro de todas las políticas de la empresa, desde el departamento de compras hasta el de recursos humanos o producción.

¿A qué nivel están las empresas españolas en cuanto a la implantación de estos sistemas?
J.L.C.: En cuanto a números bien, en cuanto a realidades es distinto. Somos el tercer país del mundo en empresas con certificación ISO 14001, por detrás de China y Japón. En cuanto a EMAS, somos el primer país de la UE en implantación. Pero, si analizamos un poco más, vemos que casi toda la implantación de esos sistemas se da en el sector servicios, está dirigido más a una estrategia de desarrollo turístico y no al mundo industrial.

¿Y en Castilla y León?
J.L.C.: En cuanto a implantación de Agenda Local 21 y normas ISO en empresas, Castilla y León no es de las mejores Comunidades Autónomas. En cuanto a sistemas de gestión medioambiental, País Vasco, Cataluña y Madrid están a la cabeza porque son regiones más industriales.

¿Qué hace falta para que las empresas incluyan estas pautas medioambientales?
J.L.C.: Primero, que la propia empresa se lo crea. La implantación de estos sistemas es algo que tiene que liderar la dirección para que la variable medioambiental se vea como algo propio de la empresa. Sin embargo, la gran mayoría de las empresas siguen viendo el medio ambiente como un gasto.

¿Qué ventajas tienen las empresas que los implantan?
J.L.C.: El último estudio de la UE sobre la implantación de la ecoetiqueta demostró que las empresas que la utilizaban aumentaron sus ventas, aunque fuera simplemente por una cuestión de márketing. Esto quiere decir que la sostenibilidad está calando en la sociedad. Al final la empresa, aunque sea simplemente por ganar cuota de mercado, implantará estos sistemas.

¿Y qué opinión le merece el incremento del nivel de emisiones que España firmó en el Protocolo de Kyoto? ¿Qué papel juegan aquí las empresas?
J.L.C.: En el Protocolo de Kyoto hay muchas cosas. El ámbito empresarial está regido por el Plan Nacional de Asignaciones, y su funcionamiento es fácil. Se trata de controlar a las empresas que emiten gases de efecto invernadero y, realmente, esas empresas no han aumentado sus emisiones. El reto real para cumplir con el Protocolo es el sector difuso, sobre todo en el transporte, responsable del 45% de las emisiones. El transporte de mercancías por carretera también está regulado por el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT), pero luego estamos nosotros, que cogemos el coche hasta para ir a comprar el pan. Es una cuestión empresarial y también personal.

¿Cuál sería la solución?
J.L.C.: Hace falta un cambio de mentalidad en cuanto a formas de vida, que no nos vendan que tener éxito en la vida es tener el coche más grande y un chalet en las afueras, para que funcionen los principios de la sostenibilidad y podamos cumplir con Kyoto.