La pizarra digital ya está presente en 10.000 centros escolares españoles
AHF/DICYT Son más de 10.000 los centros educativos que ya poseen pizarras electrónicas en España. La implantación de esta tecnología en nuestro país, ha experimentado un gran crecimiento en los últimos 5 años, ya que en 2004 tan sólo contábamos con 857 distribuidas tanto en el ámbito de la enseñanza como el mundo empresarial, frente a las 70.000 que ese año tenía Reino Unido. Este crecimiento, hace presagiar que para el año 2014, la pizarra electrónica esté totalmente integrada en el sistema educativo español.
Desde que en 2001 el grupo canadiense Smart Technologies lanzara las primeras pizarras digitales, son numerosas investigaciones las que se han realizado demostrando que se trata de un elemento flexible que permite una buena motivación y participación del alumno en el aula. Además, esta tecnología facilita la perfecta adaptación de aquellos alumnos con necesidades educativas especiales, ya que se accede al ordenador de manera táctil.
“Por cada euro en equipos, se necesita un euro en formación del profesorado” señaló a DiCYT Domingo Gallego Gil profesor de la Universidad de Educación a Distancia (UNED) en el marco del II Congreso Internacional Innovamos Juntos. Así pues, la formación del profesorado es un elemento clave para la correcta implantación de las pizarras digitales, pues se necesita un personal cualificado que sepa darles un uso adecuado.
El Grupo Pizarra, coordinado por José Dulac y Cristina Alconada, junto con profesores de la Universidad Autónoma de Madrid, están basando sus investigaciones en encontrar aplicaciones más concretas de esta tecnología, desarrollando, por ejemplo, la pizarra digital para Educación Artística en Enseñanza Secundaria.
Necesidad de formación
El caso de México es paradigmático, según explica Gallego Gil, recién llegado de allí, ya que “tiene más de 200.000 pizarras electrónica y, sin embargo, el profesorado no ha recibido la suficiente formación para ponerlas en funcionamiento de modo que algunas de ellas ni siquiera están colocadas en las aulas”. No se trata tan sólo, según el especialista, de adquirir este nuevo recurso educativo, sino de formar al personal docente de modo que se llegue a una perfecta implantación y a un aprovechamiento óptimo de las posibilidades que nos ofrece la pizarra digital.