Alimentación Colombia , Valle del Cauca, Lunes, 15 de junio de 2009 a las 19:03

La Universidad Nacional apoya la seguridad alimentaria de comunidades indígenas del país

Un proyecto del Grupo en Recursos Fitogenéticos Neotropicales busca conservar las plantas tradicionales, diversificarlas y aumentar áreas de cultivo

UN/DICYT Conservar las plantas tradicionales de las comunidades indígenas y a través de estos cultivos nativos brindarles seguridad alimentaria, es el objetivo de un proyecto de investigación del Grupo en Recursos Fitogenéticos Neotropicales (Girfin) de la Universidad Nacional (UN) de Colombia en Palmira. Desde hace dos años, la Oca Oxalis tuberosa Mol, se ha convertido en el tubérculo que investigadores del Girfin y miembros de comunidades indígenas de Nariño buscan conocer y fomentar su uso, manejo y conservación de las variedades en agroecosistemas tradicionales desde la sabiduría de las comunidades locales como la diversificación y aumento de áreas de cultivo. 

 

Se trata de un tubérculo útil en la alimentación humana, rica en proteína, carbohidratos y oxalatos. Hace parte de los cultivos nativos de tierras de páramo, se siembra entre los 2.500 hasta los 3.600 metros de altura y, afirmó Gladis Rosero, candidata a magíster de la UN en Palmira, “es patrimonio de las comunidades andinas y base de la seguridad alimentaria de estas regiones”.

 

A través de colectas por los diferentes resguardos que conforman las comunidades indígenas de Nariño, los investigadores han logrado establecer un banco de germoplasma de donde saldrán las semillas que serán distribuidas en la zona para garantizar el aumento del área del cultivo y su diversificación. Estrategia que ha estado acompañada de una serie de talleres para sensibilizar a la comunidad, especialmente a las mujeres principales conservacionistas de este tubérculo.

 

“Es un cultivo que posee mucha variabilidad genética, nuestra intención es conservar la especie biológica y genética. Además, lograr que las comunidades indígenas, quienes la conservan y saben su manejo, transmitan esta información a las generaciones para que la continúen cultivando”, amplió la investigadora Rosero.

 

Zonas productoras a 2.500 metros de altitud

 

La colecta se realizó con el apoyo de la Organización Indígena para la Investigación Tierra y Vida, utilizando técnicas de investigación acción-participativa. Se realizaron visitas a los resguardos con previa autorización, para desarrollar actividades orientadas a identificar zonas productoras en los municipios ubicados sobre los 2.500 metros de un muestreo selectivo para identificar las variedades locales en las chagras (sistema tradicional de cultivos asociados).

 

“Recorrimos estas regiones, dejamos georreferenciados los lugares y los datos de cada una de las personas que cultivan Oca. Como resultado, el banco de germoplasma cuenta con 32 accesiones (variedades locales), y se proyecta para ser conservado por los integrantes de la misma comunidad, asegurando la disponibilidad de este cultivo, de fácil manejo agronómico y ecológico, de tolerancia a bajas temperaturas; de alta producción de tubérculos, y por no requerir el uso de químicos, ayudan al mantenimiento de los suelos”, explicó Rosero

 

El banco fue denominado Centro de Conservación de Raíces y Tubérculos Andinos del Suroccidente colombiano, se estableció en el Departamento de Nariño, en el municipio de Cumbal, a una altura de 3.000 metros. “La intención es que sean los mismos resguardos quien se encarguen de su conservación, que apoyen esa iniciativa y faciliten la continuidad del proyecto de conservación”, concluyó la investigadora.

 

Este proyecto se convierte en una de las formas como la UN en Palmira le cumple al gran numero de estudiantes provenientes de estás regiones del país, con proyectos que benefician la seguridad alimentaria de las comunidades indígenas.