Alimentación España , León, Mi茅rcoles, 25 de mayo de 2011 a las 17:38

Le贸n acoge entre sus piedras cientos de f贸siles

Una obra divulgativa propone cinco rutas por la ciudad para reconocer corales, erizos de mar, caracoles y otros organismos petrificados en sus edificios

Antonio Martín/DICYT Los leoneses conviven con cientos de fósiles, pero apenas pasan desapercibidos. El equipo de Paleontología de la Universidad de León ha reunido, en una obra divulgativa que lleva por título Fósiles urbanos de León cientos de organismos que quedaron petrificados y ahora forman parte del paisaje urbano. Los fósiles, de erizos, corales, caracoles u otros organismos marinos fundamentalmente, se pueden encontrar desde edificios históricos como la catedral, el palacio del Conde de Luna, en lugares céntricos como la plaza de San Isidoro o en la calle Ancha o en el entorno de más reciente construcción como Navatejera.

 

"Es muy habitual encontrar fósiles en el entorno urbano, pero es algo más difícil lograr identificarlos", comenta a DiCYT Rodrigo Castaño de Luis, coordinador de la publicación. El equipo de Paleontología al que pertenece, y dirige Esperanza Fernández, ha elaborado una guía con cinco rutas para que los leoneses y los visitantes reconozcan paseando estos fósiles, patrimonio involuntario de la ciudad. La guía se adentra por el campus de Vegazana, los barrios Romántico y Húmedo, en el centro de la urbe, el ensanche de León en el entorno del parque de San Francisco y la avenida de Papalaguinda y el barrio de la Palomera.

 

El libro surgió de una experiencia previa en una Semana Verde organizada por la Oficina Verde de la Universidad de León. Entonces, se conminó a diferentes alumnos de Paleontología a reconocer en la ciudad los restos fósiles que quedaron en las piedras de los edificios. "Cuando te has acostumbrado a reconocer estos organismos fosilizados, se despierta en ti un interés por descubrir nuevos ejemplos y caminas de otra manera, observando estos detalles en las paredes y los suelos: es una actividad que puede producir dolor en las cervicales", bromea el coordinador de la obra

 

La ciudad posee dos zonas diferenciadas de fósiles, los propios del entorno de León y los llegados de otras latitudes más lejanas. "Los edificios históricos del centro urbano se construyeron con rocas de diferente procedencia, pero generalmente de un radio de no más de 60 kilómetros, como la cantera de Boñar. Los fósiles que incluían estas piedras son una fiel representación de la fauna de lo que ahora es la Cordillera Cantábrica", explica el experto. A partir del siglo XX, los avances en las comunicaciones y la expansión de la ciudad permitió que nuevos materiales de construcción, procedentes de Andalucía o el País Vasco, por ejemplo, llegaran a León. Con ellos también llegaron los fósiles.

 

La fauna representada en escaleras, paredes y suelos de la ciudad es fundamentalmente marina. Un 98% de estos organismos tenían como su hábitat el mar, lo que habla del pasado remoto de las zonas de extracción de las piedras, generalmente invertebrados. Hay corales, erizos de mar, crinoideos (familiares de los erizos de mar, pero que tenían un pedúnculo unido al suelo del que surgían varios brazos), caracoles y bivalvos. Algunos no llegan al centímetro, pero al encontrarse agrupados con otros congéneres, son reconocibles. Otros alcanzan hasta los 20 centímetros. Es el caso de un gran caracol que se puede ver en la plaza de Regla. Datan, en líneas generales, del Devónico, hace 400 millones de años aproximadamente, del Carbonífero, hace 350, del Jurásico, hace 150 millones de años, y del Cretácico, hace 65.

 

Equipo

 

El equipo de paleontólogos que ha sacado a la luz estos tesoros lo componen, además de Rodrigo Castaño de Luis y Esperanza Fernández, Esperanza García Ortiz de Landaluce, Laura García, Judith Molero y el ilustrador Antonio López. Se trata de la primera obra de la colección sobre temas de Educación ambiental que pone en marcha la Universidad de León en colaboración con la editorial Everest.

 

La guía tiene un aspecto interactivo y está abierta a nuevos descubrimientos. Con el fin de motivar al lector, sus autores han abierto una cuenta de correo electrónico (hevistounfosil@hotmail.com) para que cada persona identifique nuevos restos prehistóricos en las paredes, calles y elementos ornamentales de la ciudad. Con esta información se elaborarán suplementos con el mismo formato que la guía que complete la visión global que esta ofrece. Estas hojas individualizadas serán también accesibles a través de la web y la información publicada se remitirá a los descubridores.