Salud España , Salamanca, Miércoles, 21 de noviembre de 2007 a las 17:49

Los geriatras definen la fragilidad como un nuevo síndrome previo al estado de dependencia

Especialistas de diferentes puntos de España participan en Salamanca en un curso que analiza esta cuestión

JPA/DICYT La fragilidad es un nuevo síndrome previo al estado de dependencia, según los especialistas que se han reunido hoy en la Facultad de Medicina de la Universidad de Salamanca para participar en un curso extraordinario sobre esta cuestión. El presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, el salmantino Pedro Gil Gregorio, ha inaugurado el encuentro explicando la importancia de diagnosticar los síntomas para prevenir que los ancianos pasen a ser personas dependientes.

 

Este especialista asegura que "la fragilidad es una situación relacionada con el envejecimiento que se basa sobre todo en la disminución de las reservas fisiológicas, de manera que el anciano se encuentra más vulnerable ante las situaciones de estrés o lesión", según ha declarado Gil Gregorio a DICYT. En ese sentido, habría tres estados de decadencia progresiva, "de sano se pasa a la fragilidad y de ésta a la dependencia", indica.

 

El perfil de la fragilidad

 

Las características del anciano frágil pasarían por "tener más de 80 años, vivir solo, padecer depresión o demencia, haber sufrido una hospitalización reciente, tomar más de tres fármacos diariamente y contar con pobres recursos socioeconómicos", señala. En ese sentido, el paradigma de esta situación se daría con las situaciones de demencia, ya que el paciente "ve disminuidas sus capacidades cognitivas, funcionales y psíquicas hasta que requiere la asistencia de un cuidador", comenta el presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología.

 

Frente al síndrome de fragilidad, la primera labor de los geriatras es saber detectar el problema. A partir de ahí, deben encaminar sus esfuerzos a prevenir la situación de dependencia "movilizando los recursos sanitarios y sociales que lo impidan", añade el experto. Para ello, es fundamental seguir de cerca cada caso, tratar especialmente algunos síntomas como la depresión o la disminución de las capacidades sensoriales relacionadas con la vista y el oído, e intentar reducir el número de fármacos que ingiere el anciano en el caso de que sean más de tres.

 

El curso Geriatría Clínica. Patologías prevalentes del envejecimiento. Fragilidad se ha inaugurado hoy con la intervención de Pedro Gil y continuará hasta el próximo sábado, 24 de noviembre, con la presencia de geriatras que ejercen en diversos centros hospitalarios de Castilla y León y Extremadura con el objetivo de abordar cuestiones como el diagnóstico, la influencia del entorno, la discapacidad o la nutrición, siempre desde el punto de vista del anciano frágil.