Más de siete millones de vehículos europeos funcionan ya mediante Gas Licuado de Petróleo

CGP/DICYT Los combustibles alternativos son ya una realidad en el espacio automovilístico europeo. Según refleja un informe presentado hoy en el marco del I Salón del Vehículo y Combustible Alternativos de Valladolid, los vehículos accionados mediante Gas Licuado de Petróleo (GLP) son ya más de siete millones en el continente. Los gases licuados de petróleo proceden de la destilación de petróleo crudo. Son el autogás, el propano y el butano que alcanzan el estado gaseoso a temperatura y presión atmosférica, y que tienen la propiedad de pasar a estado líquido a presiones relativamente bajas, lo que se aprovecha para su almacenamiento y transporte en recipientes a presión.

En el parque automovilístico el autogás es el que sirve como combustible; mientras que el propano y el butano constituyen una fuente energética válida para el hogar. Respecto al autogás, reduce las emisiones de dióxido de carbono hasta en un 15 por ciento respecto al vehículo tradicional y hasta en un 96 por ciento gases contaminantes secundarios como el óxido de nitrógeno. Tal y como refleja el informe, entre hoy y el año 2015 se producirá un excedente de esta materia prima de entre dos y tres millones de toneladas por año.

El informe ha sido realizado por la Asociación Europea de Gases Licuados del Petróleo (Aoglp) mediante análisis independientes basados en Tremove, un modelo de la Comisión Europea para estudiar los efectos del transporte y la política de medio ambiente en este sector. El trabajo pretende ser una “hoja de ruta” para la industria del GLP, que estima satisfacer el diez por ciento de la demanda de carburantes para transporte en carretera antes de 2020.

De forma general, el trabajo apunta que con este nivel de implantación se reduciría en 314 millones de toneladas las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, lo que supondría una rebaja de 20.300 millones de euros en costes generales derivados de la salud pública, la contaminación y el cambio climático, entre otros factores; así como un ahorro de 41.000 millones de euros para el usuario final.

En el contexto europeo el transporte por carretera es responsable de cerca del 17 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero, que podrían reducirse hasta en un 44 por ciento con el uso de combustibles alternativos como el autogás. Asimismo, ofrece ventajas para el propio automóvil, ya que amplia la longevidad del lubricante y del motor.

Cómo funciona un vehículo GLP

El funcionamiento de un vehículo con GLP es igual al de uno con motor de gasolina. Los modelos existentes en el mercado son híbridos (tienen dos depósitos) y admiten gasolina, de forma que arrancan con ella y cuando han alcanzado la temperatura óptima pueden funcionar sólo con gas. Los vehículos tradicionales pueden adaptarse a GLP, aunque aún no existen muchos puntos para el reportaje. En cuanto al mantenimiento, el GLP produce un menor desgaste de los cilindros y segmentos del motor y facilita una combustión más limpia y completa.