Alimentación Argentina , Buenos Aires, Martes, 04 de marzo de 2008 a las 11:07

Tres investigadoras argentinas reciben el premio Joaqu铆n Rutllan

La aplicaci贸n de material odontol贸gico a fracturas 贸seas se ha convertido en una alternativa econ贸mica y segura para estos tratamientos

AVPR/DICYT Las doctoras Ana Maldonado Junyent (oftalmóloga), Mariela Carrara (médica clínica) y Andrea Cecilia González (médica cirujana) recibieron el Primer Premio Joaquín Rutllan 2007 que otorga el Instituto Barraquer, en Barcelona, España, por una investigación sobre la utilización de material odontológico en fracturas óseas

Las investigadoras utilizaron material odontológico para reemplazar un costoso producto de titanio usado en fracturas orbitofaciales, las cuales se tratan actualmente con placas de titanio, lo que cxonlleva unos costes cercanos a 1.500 pesos. “Pero el material odontológico en este caso no costaría más de 50 pesos”, indicó Ana Maldonado Junyent, autora de la investigación. Es decir que, si el proceso pudiera aplicarse en seres humanos (hasta ahora ha sido únicamente ensayado en animales), se podría llevar a cabo gastando en materiales apenas el tres por ciento de lo que se invertías antes. 

 

En 2003, la joven oftalmóloga comenzó a cursar su doctorado y a fines de ese mismo año presentó su proyecto de tesis con este tema. Lo que hizo el equipo fue utilizar Bis-gma –vulgarmente conocido como “composite” en los consultorios odontológicos– para reparar la cavidad ósea situada alrededor de los ojos. Incluso, lograron reemplazar tejido óseo con el mismo material.

 

Fase experimental

 

Las profesionales se valieron de un grupo de animales con el fin de comprobar empíricamente su hipótesis. La fase experimental se realizó sobre una muestra de seis perros. Al respecto, Maldonado Junyent aseguró que se dio un trato humanitario a los animales que participaron de la experiencia, y agregó: “Nosotras tuvimos todas las precauciones anestésicas, analgésicas y demás, para que los animales no sufrieran”. Aseguró que una de las perras tratadas hoy es su mascota.

 

“Las reparaciones quirúrgicas ensayadas consistieron en un proceso de varias fases. Primero es necesario tallar el hueso fracturado mediante taladros especiales, similares a los odontológicos. Luego se trata la cavidad con el material en cuestión. Como se hace en los consultorios de los dentistas, luego se fija el material con la aplicación de luz láser, explicó Ana Maldonado a este diario.

 

Con relación al estado y evolución de los animales participantes, la joven médica comentó: “Trabajamos con veterinarios que supervisaron todo. Y los animales quedaron tal como estaban antes”.

La utilización de Bis–gma en los caninos “no presentó grado de toxicidad alguno”, aseguró la doctora Andrea Cecilia González, coautora del proyecto.

 

Formaron parte de la iniciativa profesionales de diversas áreas, entre ellos bioquímicos, veterinarios, anatomopatólogos, odontólogos y otros especialistas. “Colaboraron en esta investigación sin ningún interés económico”, aseveró la oftalmóloga. La idea surgió de la experiencia personal de la oftalmóloga en el Hospital de Urgencias de nuestra ciudad. Durante su práctica en aquel establecimiento, la joven médica mantuvo contacto directo con personas de bajos recursos que carecían de alternativas en casos de fracturas faciales. De esta manera se generó su inquietud por encontrar soluciones a este tipo de problemáticas.

 

Aporte colectivo

 

“Lo hicimos muy a pulmón”, aseguró González. “Hoy en día, investigar en Argentina es muy difícil, no sólo por el factor económico”, manifestó. Por su parte, el aporte monetario necesario para llevar a cabo la fase experimental fue proporcionado por la Clínica Privada de Ojos Maldonado Bas, cuyo dueño es precisamente el padre de la autora del proyecto. Las investigadoras estiman que los gastos ascendieron a unos 35 mil pesos aproximadamente. Ahora, junto con el premio, recibirán un estímulo económico para avanzar en el tema.