Ciencias Sociales España , León, Martes, 14 de abril de 2009 a las 16:31

Una nueva economía dirigida por el conocimiento

Artículo de Joaquín Barreiro García, profesor titular de la Ingeniería de los Procesos de Fabricación en la Escuela de la Universidad de León

DICYT En las últimas décadas se han producido importantes cambios en la forma de entender la arquitectura de la empresa industrial y en la forma de concebir el trabajo de sus empleados. En palabras de la Comisión Europea, la Nueva Economía se basa no tanto en una economía dirigida por el capital sino en una economía dirigida por el conocimiento. Aunque en mi opinión esta aserción en un poco exagerada, puesto que el capital es un factor clave que siempre actuará como elemento básico conductor de la economía, es cierto que otros criterios han evolucionado de forma paralela al desarrollo de la sociedad. En relación con esta afirmación, todos estamos habituados a escuchar que nos encontramos en la era del conocimiento.

 

Trasladado al entorno más industrial significa que no basta con gestionar los datos de la empresa (primer escalón), ni siquiera la información que es un concepto más evolucionado (segundo escalón), es necesario gestionar el conocimiento que fluye por todos los ámbitos de la empresa industrial (tercer escalón). Detrás de este intento de control del conocimiento se encuentran, en último término, las demandas de nosotros, los clientes y usuarios de los productos y bienes. Me explico; como usuarios finales en un mercado altamente consumista demandamos que el producto se encuentre disponible en cuanto deseamos adquirirlo y en su última versión, pero no sólo eso, también al menor coste, con la mejor calidad posible a ese precio y, si es posible, adaptado a nuestro gustos y preferencias. El conjugar este maremágnum de requerimientos opuestos (el coste y la calidad no suelen ir parejos) no es fácil.

 

Una de las soluciones para dar satisfacción a estas demandas del cliente ha sido, ya desde hace años, la evolución de la concepción de la empresa industrial desde una arquitectura secuencial a una arquitectura paralela, basada en el trabajo en equipo o colaborativa, donde todos los agentes de la empresa opinan y participan en el desarrollo del producto desde su concepción inicial aportando su propio conocimiento; distribuida geográficamente para abaratar los costes de fabricación, integrando el conocimiento de los suministradores y los clientes ubicados en diferentes partes del mundo como parte fundamental de la propia empresa (empresa extendida).

 

En este complejo contexto globalizado, el objetivo ahora es cómo mantener el control a lo largo de todo el ciclo de desarrollo del producto; en un caso particular un producto se puede concebir y diseñar en Europa, fabricar en Asia, distribuir en África y reciclar en Europa nuevamente. Es preciso mejorar los canales de comunicación entre los diversos agentes que intervienen, creando un entorno basado en datos, información y conocimiento fiables procedentes de un conjunto de fuentes muy heterogéneo. Es imprescindible integrar y armonizar las infraestructuras informáticas, los estándares y procedimientos de forma que cualquier agente implicado en el desarrollo del producto tenga acceso a las partes relevantes de éste. Las organizaciones industriales más punteras tecnológicamente ya se están adaptando a este nuevo contexto, mediante la constitución de equipos de trabajo formados por personal de diferentes disciplinas y entornos, de forma que se produzca la mutua comprensión de sus puntos de vista y una rápida generación, intercambio y explotación de la información y el conocimiento.

 

Estos cambios en la concepción de la organización industrial no podrían darse sin la evolución de la tecnología de la informática y las comunicaciones (TIC’s). Se puede pensar que las TIC’s se refieren a aspectos técnicos o tecnológicos, pero sería simplificar demasiado teniendo en cuenta cuál ha sido su influencia en los nuevos hábitos de las empresas, de sus empleados y de los consumidores o la sociedad en general.

 

Pero, ¿están las TIC’s suficientemente preparadas para soportar esta nueva concepción de la empresa virtual y extendida? A mi juicio, hay demasiados defectos a los que hay que dar solución para poder continuar con esta incesante evolución de la empresa globalizada. Por un lado la excesiva dependencia de determinadas aplicaciones y sistemas impone demasiada rigidez a los procesos y los hace poco adaptables. La seguridad en las transacciones de información por la infraestructura de red; la empresa extendida y virtual exige un flujo muy elevado de transferencia de información y conocimiento por la red que debe ser asegurado para mantener las ventajas competitivas y su know-how. El celo excesivo de determinados fabricantes de equipos y aplicaciones por preservar sus propios formatos de representación de información y de programación como elementos diferenciadores; es preciso potenciar el uso de los sistemas abiertos frente a los sistemas cerrados.

 

No existen todavía estándares de intercambio de información homogéneos que den soporte a las diferentes actividades del ciclo de desarrollo y los que hay se han desarrollado para actividades muy concretas; si se quieren formar equipos multidisciplinares eficientes es preciso proporcionar estándares de intercambio de información que sean consistentes y permitan representar los diferentes puntos de vista que hay sobre el producto (el técnico que lo va a fabricar observa al producto desde un punto de vista muy diferente al del técnico que lo diseña).

 

La representación del conocimiento para su reutilización en un aspecto todavía muy vago; la mayor parte de las ontologías que existen para representar el conocimiento son vagas, inconsistentes y se encuentran a mi juicio más del lado de la información que del propio conocimiento. La excesiva oferta de herramientas y aplicaciones independientes basadas en la red (e-systems) para el trabajo colaborativo y el intercambio de información; quizá habría que pensar en cómo ir integrando las diversas herramientas entre si en lugar de seguir con este elevado flujo de desarrollo, muchas veces sin criterios claros.

 

Se podrían citar más aspectos pero creo que estos son suficientemente indicativos de que el loco desarrollo de las TIC’s requiere de una cierta reflexión y maduración para un mejor uso y adecuación de sus posibilidades y, sobre todo, para la gestión de los rápidos cambios que requieren los procesos para adaptarse a las demandas de los mercados y asegurar una competitividad sostenible.