Cristal Pharma inaugura en Boecillo un edificio destinado a la cristalización estéril de esteroides
BGA/DICYT La empresa Cristal Pharma inauguró esta mañana en el Parque Tecnológico de Boecillo una nueva instalación destinada a la cristalización estéril de esteroides, un elemento empleado como soporte para la administración de algunos medicamentos, entre ellos los que se emplean como antiinflamatorios en enfermos de artritis, asma o dermatitis.
Cristal Pharma trabaja en colaboración con Ragactives, una empresa más centrada en el desarrollo de procesos de síntesis que luego son sistematizados por Cristal Pharma. Se da la circunstancia de que Ragactives es socio mayoritario de esta última.
Representantes de ambas entidades inauguraron esta mañana las nuevas instalaciones en el Parque Tecnológico de Boecillo, que constan de dos edificios, y contaron para ello con la presencia del consejero de Economía de la Junta de Castilla y León, Tomás Rodríguez Villanueva, quien resaltó la apuesta por la investigación y el desarrollo que realiza ambas compañías.
Villanueva también resaltó que el sector farmacéutico aporta alrededor del 5% del valos añadido bruto regional, a través de las 80 empresas que hay en Castilla y León que, además, dan empleo a más de 5.000 trabajadores.
El director general de Cristal Pharma, Gerardo Rodríguez, señaló que el edificio destinado a la cristalización estéril ha supuesto una inversión de 3'1 millones de euros, y ha creado 15 puestos de trabajo directos, lo que supone que la empresa cuenta ya con 130 empleados. Además, señaló que las inversiones continuarán ya que está previsto que se realice un gasto en los próximos años de 5'5 millones de euros, también en el Parque Tecnológico de Boecillo, y un millón de euros más en China.
Un soporte de 0'5 micras para medicamentos
Uno de los nuevos edificio inuagurados hoy está destinado, fundamentalmente, a la elaboración de esteroides estériles: una especie de soporte, en forma de polvo muy fino, que se vende a las empresas farmacéuticas, con forma de genérico, y que éstas envasan posteriormente con las características medicinales que desean. Dicho de otro modo: es el polvo que va dentro de las cápsulas antes de que se le dote de alguna propiedad terapéutica o curativa y que, en el caso de los elaborados en Boecillo, sirven para tratamientos antiinflamatorios que se utilizan, por ejemplo, con los enfermos de asma, de inflamaciones intestinales, psoriasis y dermatitis, así como en la terapéutica de la artritis reumatoide.
Para conseguir este polvillo, también llamado corticoasteroides, es necesario un proceso de elaboración muy meticuloso y para el que requiere de una maquinaria específica que, en el caso de Cristal Pharma, ha sido diseñada por la propia empresa en colaboración con ingenieros británicos.
El proceso comienza con la disolución del producto después de somete a la cristalización. Posteriormente es necesario realizar una filtración del producto resultante para pasarlo a la fase de secado, momento en que el producto puede entrar en contacto con el ambiente. Finalmente, se pasa el producto al aislador, donde se muele y se consigue que las partículas no superen las 0'5 micras.
Según indicó el director general de la empresa, la característica más novedosa de la nueva planta es el equipo de micronización, que se encarga de la última fase del proceso y que ha supuesto un 25% de la inversión total realizada por Cristal Pharma.
Este sistema permite que el producto entre como una pequeña torba en la máquina, para después someterlo a una presión que provoca el choque entre sí de las partículas que lo componen, provocando que se vayan haciendo más pequeñas y adopten el tamaño deseado.
Para que todo el proceso se realice de un modo adecuado, es necesario que el edificio esté dotado de unas características específicas como su composición de acero inoxidable pulido y la ausencia total de esquinas en las zonas de trabajo, para evitar que se puedan acumular partículas o polvo.
Asimismo, las salas en las que se trabaja tienen una presión en el aire diferente a la que existe en los pasillos de acceso, de modo que las partículas que hay en suspensión en el aire, tienden a repeler esos espacios, y así se evita que penetren en las salas.