Salud Colombia , Antioquia, Viernes, 06 de junio de 2008 a las 11:54

Fumar al revés ocasiona el 10% de los tumores orales

Al humedecer el cigarrillo con los labios se ralentiza su combustión

GCE/NOTICYT/DICYT Una lesión en la lengua denominada, fibrosis oral submucosa, que solo se había reportado en Asia en los consumidores de nuez de areca y betel, fue registrada por primera vez para Colombia y América Latina en fumadores invertidos. Según la experta en salud oral, Gloria Álvarez, “los efectos nocivos del tabaco se acentúan si consideramos que aunado al efecto químico sobre la mucosa bucal, están, además, la quemadura o los efectos físicos que pueda producir el hecho de fumarlo en forma invertida (con la candela hacia adentro)”. Según el Instituto Nacional de Cancerología (INC), en Colombia “unos cinco millones de adultos fuman, y cerca del 30 por ciento de los jóvenes”.

 

Esta cifra, es más preocupante aún, cuando existe una población de fumadores invertidos que corren el riesgo de tener mayores daños a la salud, gracias a la particular forma en la cual consumen sus cigarrillos. Es poco probable encontrar personas que tengan el hábito de fumar al revés en las grandes ciudades, al igual que lo hacen las personas que viven en áreas rurales del país principalmente en la Costa Atlántica, algunos sectores de la Costa Pacífica y pueblos ribereños como parte de su tradición cultural.

 

En este caso, se prestó atención a los fumadores invertidos en los corregimientos de Hato Nuevo, San Francisco y Cayo de Palma, en el departamento de Sucre, los cuales fueron objeto de la investigación realizada por Álvarez, perteneciente a la Facultad de Odontología de la Universidad de Antioquia.Fumar de forma invertida, según la investigación, se realiza “con el extremo de la candela hacia la cavidad bucal, el cigarrillo es sostenido por los dientes, se produce un selle con los labios los cuales humedecen el cigarrillo y el humo es inhalado lentamente, siendo los productos del humo y el alquitrán condensados sobre la superficie de los dientes y el paladar”.

 

El humo sale a través del cigarrillo o de la boca, y las cenizas son expulsadas o en ocasiones son tragadas. Al humedecer con los labios el cigarrillo, se ralentiza la combustión, durando incluso hasta 18 minutos. Al decir de la experta, “el hábito de fumar invertido viene desde la época de los vikingos, quienes en el barco antes de atacar para que no los viera el enemigo, se ponían la candela hacia adentro”. Esta costumbre, luego se extendió hacia otras poblaciones, y las mujeres adoptaron el hábito. Hoy en día, es posible encontrar gente joven con esta práctica heredada de padres y abuelos.

 

Hoy en día, es posible encontrar gente joven con ese hábito, y la razón principal es que éste ha sido heredado, pues los niños desde pequeños han visto a sus padres o abuelos fumar de esa forma. La razón por la cual fueron escogidos estos corregimientos para el estudio, fue por la prevalencia de fumadores invertidos en esta región del país. 

 

Lo que se quiso comprobar fue si las consecuencias orales podrían compararse con las registradas en estudios internacionales, pues “sabiendo que existen diferencias genéticas, raciales, socioculturales y que el cigarrillo consumido aquí es diferente”, es posible notar un contraste con el fenómeno ocurrido en el país. La población identificada, es en general aquella que no tiene acceso fácil a un sistema de salud, y que ha adquirido este hábito desde temprana edad, lo cual demuestra que el riesgo de adquirir cáncer oral es mayor.

 

Fumadores con este hábito, durante un periodo mayor a seis meses, con un mínimo de un cigarrillo por día, y aquellos que fumaban pero ya abandonaron ese hábito. Quizá, lo que evidencia el problema, según la investigación de Álvarez, es la frecuente consulta de pacientes “con lesiones de tipo precanceroso y canceroso en estados ya avanzados, en ocasiones, difíciles de controlar no solo por la enfermedad sino por el poco o ningún acceso a los servicios de salud”.

 

En la investigación se menciona como punto de comparación la “literatura mundial”, en la cual según la investigadora Gloria Álvarez, “se sabe que los cambios que se producen en la boca por este hábito son premalignos, es decir, es más fácil que estos pacientes desarrollen cáncer de boca y obviamente los sitios más afectados son paladar y lengua”.

 

Resultados preocupantes

 

“Lo que encontramos en paladar es igual a lo que se ha reportado en el mundo, lesiones blancas, pápulas umbilicadas, melanosis y en algunos casos áreas rojas”, afirmó Álvarez. Además de las diferencias marcadas por la cultura, como las son el tipo de cigarrillo fumado y la raza, la principal es que “no se había estudiado lengua, con los resultados enunciados”. Otro resultado importante, es que se encontró una “prevalencia alta de cáncer oral (10,8% y 18,2%)”. El estudio cuantitativo fue realizado durante el año 2004.

 

De las 46 personas estudiadas clínicamente, 42 eran mujeres con una edad promedio de 59 años. Esta diferencia de género, se debe según la investigación, a que las mujeres al realizar labores domésticas como cocinar o lavar, prefieren fumar de forma inversa para evitar que las cenizas caigan en la ropa o en la comida.

 

También se dice que por economía, prefieren fumar de esta forma, pues el cigarrillo dura más tiempo en consumirse. Cuatro personas del grupo, eran consumidores de tabaco, y todos combinaban sus formas de fumar, entre la convencional y la invertida. En promedio, las personas fumaban 2 cigarrillos al día, y el tiempo aproximado de tener el hábito, es de 30.83 años. Las lesiones moderadas en lengua, presentaron una alta frecuencia (80%), seguido de lesiones severas en paladar (74%). El cáncer oral, presentó un 10.8% de padecimientos en el corregimiento de San Francisco, un 18.2% en Cayo de Palma, y en Hato Nuevo no se reportó ningún caso.

 

Se hallaron 20 casos en los cuales ambos padres fumaban de forma invertida, y la razón principal de haber adquirido el hábito, fue por herencia. La investigación, aclara que “la información que los pacientes tienen con respecto a los efectos que en la salud general produce el fumar, es escasa”. El limitado acceso a servicios de salud en estos corregimientos y la poca información sobre cuidado de la salud oral son dos falencias encontradas después del estudio.

 

En palabras de Gloria Álvarez, las poblaciones de fumadores invertidos “deben ser intervenidas, pero durará años ya que es un hábito cultural muy arraigado”. La prevalencia del cáncer oral es alta, y esto conlleva al aumento de los sobrecostos para el sistema de salud. “Es más fácil prevenir pero desde los niños”.