Salud España , Salamanca, Jueves, 17 de septiembre de 2009 a las 15:24

Los cient铆ficos trabajan en el desarrollo de antibi贸ticos para combatir la dirofilariosis

Claudio Genchi, pionero de la investigaci贸n en Europa, colabora con los expertos de Salamanca desde hace casi dos d茅cadas

JPA/DICYT Los científicos reunidos en Salamanca con motivo del encuentro Second European Dirofilaria Days, en el que se presentan los avances más recientes en el campo de la enfermedad parasitaria conocida como dirofilariosis, han destacado hoy la importancia que tendría el desarrollo de antibióticos para combatir esta patología. Esto se debe a que, asociada al gusano que provoca la enfermedad, un nematodo, aparece siempre un tipo de bacteria que causa inflamación. Si bien en humanos no es un problema grave, en mascotas como perros y gatos la dirofilariosis supone una importante preocupación para los veterinarios, puesto que se trata de una patología difícil de tratar.

 

Claudio Genchi, experto de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Milán, lleva muchos años trabajando sobre la dirofilaria inmitis y la dirofilaria repens, analizando las patologías que se producen en el perro y en el gato y la relación que se establece con sus vectores de transmisión. El equipo de investigación del científico italiano es uno de los que trabaja de una manera focalizada sobre esta patología desde hace más tiempo en toda Europa y mantiene dos líneas de investigación principales, "acerca de la epidemiología y acerca de la relación entre el parásito y el hospedador, implicando a una bacteria que tienen los gusanos y que regula la supervivencia del propio gusano en dicho hospedador", explica, en declaraciones a DiCYT.

 

Debido a que la bacteria está presente en todos los estados evolutivos del parásito, el objetivo de los expertos es encontrar una terapia con antibióticos, "pero la situación es distinta en las mascotas que en el hospedador humano", advierte. En el caso del hombre, "hay muy pocos gusanos y no se suele tratar porque la patología no es grave, mientras que en el caso del perro y el gato sí lo es porque hay dos fuentes de bacterias: los gusanos adultos, que tiene una muerte lenta, prolongada en el tiempo, y las larvas, que también contribuyen a la liberación de estas bacterias", señala. Por eso, la aplicación de antibióticos parece absolutamente necesaria para combatir la enfermedad.

 

Claves de la enfermedad

 

La dirofilariosis es una patología causada por un parásito de la familia de las filarias en cuya difusión juega un papel muy importante la presencia de mosquitos, que actúan como hospedadores intermediarios. En los animales de compañía como perros y gatos, el parásito en estado adulto se localiza en las arterias pulmonares y puede medir entre 12 y 30 centímetros. Si la cantidad de parásitos es muy alta, llegan al del corazón del animal. Por el contrario, en el hombre es una lesión muy localizada en el pulmón o en el tejido subcutáneo, muy pocos vermes. Por eso, por lo que respecta a los humanos, "si se resulve con antibióticos el problema, puede eliminarse, mientras que en el perro y el gato la situación es distinta" y más complicada.


Genchi colabora desde 1992 con Fernando Simón, especialista del Departamento de Parasitología de la Universidad de Salamanca. Juntos han firmado unas 20 publicaciones científicas y han realizado varios proyectos de investigación, algunos financiados por las instituciones europeas. En cualquier caso, la colaboración es continua al margen de que haya proyectos de investigación en marcha o no, según afirman. "Vemos la dirofilaria desde puntos complementarios, porque él es veterinario e inmunólogo y yo soy biólogo", declara Fernando Simón.