Attociencia en Colorado

El científico español Carlos Hernández García cuenta sus experiencias en uno de los principales centros de investigación de Física del mundo, el Joint Institute for Laboratory Astrophysics (JILA) de la Universidad de Colorado (Estados Unidos).
Attociencia en Colorado 8 marzo, 2014

Y esto que haces… ¿para qué sirve?

Hoy me gustaría realizar una reflexión acerca de la comparación entre la investigación fundamental y la aplicada. La diferencia entre estos dos conceptos la marca la respuesta a una simple e inocente pregunta a la que nos enfrentamos habitualmente los científicos: “y esto que haces…  ¿para qué sirve?”

Cuando empecé mi carrera investigadora en la Universidad, en diversas ocasiones amigos y familiares se interesaban sobre mi trabajo formulando la famosa pregunta, ante lo cual inmediatamente trataba de buscar una respuesta que pudiese satisfacerlos: “los láseres nos ayudarán a curar mejor los tumores”, “los láseres mejorarán las comunicaciones”… respuestas que, aún siendo muy ciertas, no se acercaban a la rutina diaria de investigación sobre la interacción de láseres intensos con la materia. Y es que, en cierta medida, yo era el primero que necesitaba una respuesta firme para motivar mi trabajo. Sin embargo, poco a poco, y gracias a reflexiones de científicos a los que aprecio mucho como Luis Plaja o Ricardo Torres, me di cuenta de que no estaba enfocando bien mi trabajo.

En cierta manera, una buena parte del trabajo que realizo está motivado por investigación fundamental; es decir, tratamos de descubrir y explicar procesos que ocurren en la naturaleza, sin tener la vista puesta en su inmediata aplicación. Sinceramente, no creo que por ello la investigación que realizo sea peor o mejor, pero sí es verdad que para ciertos sectores de la sociedad se trata de investigación infravalorada. Desde mi punto de vista, juzgar un trabajo científico por un criterio de utilidad es poco acertado, tanto si éste es teórico como si es experimental. Más bien, deberíamos de preguntarnos qué aporta de novedoso a la ciencia y si somos capaces de entender y explicar sus principios físicos,  sin dejar de cuestionarnos si se trata de un proceso realista que a corto o a largo plazo pueda ser relevante para otros campos de la ciencia.

El ejemplo más sencillo podemos encontrarlo en Albert Einstein. Hace más de 100 años, Einstein puso las bases de la Física Cuántica, una teoría totalmente novedosa y rompedora basada en principios matemáticos.  Pues bien, dudo mucho que Albert Einstein se imaginase en su tiempo que sobre su teoría se asentaría la creación de un dispositivo cuántico tan común hoy en día como el láser, usado ampliamente en la sociedad. Aún más, dudo de que se imaginase, por ejemplo, que ése sería el dispositivo tecnológico capaz de generar energía por fusión, como se ha informado recientemente. Sin la Física Cuántica en nuestros días no tendríamos Internet tal y como lo conocemos, ni DVDs ni impresoras láser ni la cirugía refractiva, … entre otras muchas aplicaciones de los láseres.

En estos tiempos de dificultades económicas los gobiernos tienden a derivar sus partidas presupuestarias en ciencia hacia la investigación aplicada, buscando aplicaciones tecnológicas inmediatas que reviertan directamente en la industria y den beneficios económicos a corto plazo. De esta manera, los grupos científicos que basan sus trabajos en investigación fundamental tienen que afanarse para obtener fondos que les permitan continuar con su meritoria labor. En este sentido, me gustaría poner como referencia el centro en el que trabajo en la Universidad de Colorado, el JILA,  donde, como comenté en la primera entrada del blog, todas las propuestas de investigación son valoradas independientemente de su carácter teórico o experimental, fundamental o aplicado.

En este momento me gustaría incluir una cita de Wolfgang Ketterle, premio Nobel de Física en 2001:

“You can say two things about investing in fundamental research. You don’t know how it will pay off. But you can be absolutely confident that it will pay off, handsomely, because in one way or another it always has” 1.

(“Se pueden decir dos cosas acerca de invertir en la investigación fundamental. No sabes cómo dará sus frutos. Pero puedes estar absolutamente seguro de que los dará, con creces, ya que de una u otra forma siempre lo ha hecho”).

Por tanto, creo que al hablar de investigación no hemos de quedarnos en el simplista “para qué sirve”. La investigación científica, por sí sola, nos aporta conocimiento, y éste enriquece nuestra condición de seres humanos. Y el simple hecho de aumentar el conocimiento humano motiva día a día a miles de científicos que se maravillan con sus descubrimientos, por pequeños que parezcan. Es posible que no seamos capaces de ver a corto plazo aplicaciones tecnológicas directas, al igual que le ocurrió a Einstein; pero si aumentamos nuestro conocimiento, también lo harán las probabilidades de que en el futuro otro científico sea capaz de aprovecharlo, bien para descubrir conceptos científicos aún más relevantes, o bien para aplicarlo directamente en la tecnología.

 

1 Extracto obtenido de la entrevista: “The truth about the universe»

 

 

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