Castilla y León suministra 12.000 dosis de vacunas anuales frente a enfermedades tropicales

JPA/DICYT En el último año se han administrado unas 12.000 dosis de vacunas a 10.000 personas en Castilla y León para protegerlas de enfermedades tropicales. En general, se trata de viajeros que se desplazan a países en los que patologías como el dengue, la malaria o el paludismo son muy prevalentes, de manera que con estas medidas preventivas se evita que contraigan la enfermedad y que la puedan transmitir a su vuelta, según los datos que ha ofrecido el consejero de Sanidad de la Junta, Francisco Javier Álvarez Guisasola, en la inauguración del VII Congreso de la Sociedad Española de Medicina Tropical y Salud Internacional (Semsi), que ha tenido lugar esta tarde en Salamanca.

El consejero ha explicado que las dosis que se administran con más frecuencia son para hepatitis, en torno a las 4.000, cifra similar a las que se emplean frente al paludismo. La función de estas vacunaciones es doble, recuerda, puesto que "cubre el papel de que estas personas no enfermen y sobre todo que no transmitan la enfermedad a la población sana", indica, en declaraciones recogidas por DiCYT.

"Las enfermedades tropicales existieron en España en una época ya muy lejana, con focos de paludismo o lepra, que se erradicaron gracias a medidas preventivas y de salubridad hasta el punto de que llegaron a desaparecer, pero en el momento actual vuelven a tener vigencia", ha explicado. Este resurgimiento se debe al fenómeno de la inmigración, "personas que vienen de países donde existen y, por lo tanto, en España y Castilla y Léon se ven casos de paludismo, lepra, dengue o de enfermedad de Chagas que generalmente se deben a personas que proceden del África subsahariana".

Guisasola ha recordado que la Universidad de Salamanca cuenta con el Centro de Investigación de Enfermedades Tropicales (Cietus), de manera que considera "oportuna la realización de este congreso, que se orienta no sólo a la investigación y la búsqueda de soluciones en los lugares de origen, sino a la formación de los profesionales, "para que conozcan los síntomas de estas enfermedades para poder diagnosticarlas y tratarlas adecuadamente".

Contaminación de sangre

El consejero ha llamado la atención sobre la relación de estas enfermedades, que en ocasiones pueden cursar de manera silente, y la donación de sangre. "Es un tema importante, porque durante unos años se olvidaba que puede haber donantes de sangre que tengan paludismo y ello produce una contaminación de esta sangre que puede transmitirse a otros enfermos", señala. En los últimos años, se ha detectado el paludismo o la enfemedad de Chagas en 3 de cada 1.000 donantes, lo cual "enciende la luz de alarma en los bancos de sangre y centros de hemoterapia para tener presente que ésta puede ser una posibilidad a la hora de estudiar la sangre de donantes", apunta el consejero.

Ahí surge el papel de la sanidad pública en relación con las vacunaciones de personas que van a visitar países en los que estas enfermedades son endémicas, es decir, en los que existen en una proporción muy importante. "En Castilla y León tenemos delegada esta competencia para la administración de vacunas y profilaxis, como en el caso del paludismo, en aquellos ciudadanos que van a visitar estos países", declara.
 

Desde hoy hasta el próximo viernes, 5 de marzo, expertos nacionales e internacionales analizarán los avances en esas patologías, como la leishmaniasis, una enfermedad parasitaria para la que uno de los grupos de investigación que participa en el congreso tiene una vacuna muy avanzada. Lo mismo ocurre en el caso de la malaria, campo de investigación en el que se están probando vacunas avanzadas, aunque algunas están en fase de experimentación, también hay estudios avanzados, sobre todo uno a gran escala con la participación del español Pedro Alonso, también presente en este congreso.