Salud España , Salamanca, Miércoles, 03 de junio de 2009 a las 18:36

El simposio de Audiología "más importante de Europa" revela nuevas claves del sistema auditivo

España organiza por primera vez un encuentro que combina investigaciones sobre percepción y fisiología auditivas y sus modelos computacionales

José Pichel Andrés/DICYT Los investigadores internacionales más destacados en el campo del sistema auditivo y los directores de las revistas científicas más prestigiosas en Audiología se dan cita a lo largo de esta semana en Salamanca en el 15th International Symposium on Hearing. Por primera vez tiene lugar en España este encuentro, que presenta las investigaciones más recientes que combinan estudios de percepción auditiva y fisiología de la audición, así como los modelos computacionales que son capaces de corroborar los resultados de ambos métodos. En definitiva, los expertos en Neurociencia auditiva ponen en común claves que explican el sistema nervioso.

 

Enrique López Poveda, investigador del Instituto de Neurociencias de Castilla y León (Incyl) y organizador, asegura que es "el simposio en audición más importante de Europa". La primera edición se celebró en 1967 y originariamente sólo tenía lugar en Alemania, Holanda y Reino Unido, ya que eran los países con más tradición científica en este ámbito. El hecho de que este encuentro, que tiene lugar en cada dos o tres años, se celebre ahora en Salamanca supone un reconocimiento para su grupo. "En España ha poca investigación en Neurociencia auditiva y la que hay está en Salamanca", afirma. "Aunque hay grupos que hacen investigación clínica sobre problemas auditivos, sólo aquí investigamos las bases neurofisiológica de la percepción auditiva", asegura.

 

Además de los europeos, científicos de Estados Unidos, Japón y Australia se reúnen en un hotel de la localidad de Santa Marta de Tormes, que acoge a 90 expertos. "Todo el mundo participa en todas las charlas, no hay sesiones paralelas, pero cada sesión es multidisciplinar y cada exposición tiene casi como requisito indispensable que combine aspectos de percepción, fisiología y simulación computacional de los problemas auditivos", comenta el organizador.

 

Un buen ejemplo es la investigación que han presentado López Poveda y su grupo, que trata de suplir las carencias de los métodos que se utilizan para estimar el estado funcional del oído interno, ya que se trata de "métodos indirectos": las pruebas de percepción auditiva y las de fisiología. Las primeras se basan en preguntar al paciente si percibe determinados estímulos auditivos. Las segundas son las denominadas otoemisiones acústicas, que consisten en estimular el oído con dos pitidos puros que emite un pequeño dispositivo que contiene dos altavoces en miniatura en el canal auditivo más un micrófono que registra el eco. El método compara el eco con el estímulo original, "si no se parecen, el oído está sano, si se parecen, el oído está dañado, en contra de lo que parecería lógico, ya que el oído sano produce una distorsión, como lo hace un altavoz", explica el experto.
 

El hecho es que "no existe una demostración clara de las hipótesis del método de percepción ni del método fisiológico", asegura el investigador. "Lo que nosotros hemos demostrado por primera vez es que existe una correlación muy buena entre los resultados de ambos en determinadas condiciones, son dos métodos distintos basados en hipótesis y mediciones distintas que dan resultados similares aplicados a la misma persona". La forma de demostrar que ambas fórmulas están relacionadas es utilizar simulaciones o modelos computacionales, algoritmos matemáticos que permite comparar teorías.
 

Modelos de ratón y percepciones musicales

 

Aparte del trabajo que desarrollan los científicos del Incyl, entre las investigaciones más destacadas que han sido presentadas López Poveda señala la ponencia de Ian Russell, de la Universidad de Sussex, en el Reino Unido, sobre modelos de ratón modificados genéticamente que pueden servir como modelo para estudiar distintos tipos de pérdidas auditivas en humano. "Conseguir este tipo de ratones es complicado, se trata de modificar uno o varios genes para que el oído interno esté dañado", apunta López Poveda.

 

También ha llamado la atención el trabajo de un español que está trabajando en la Universidad de Playmouth, también en el Reino Unido, Emilio Balaguer-Ballester, acerca de la percepción musical, "que depende de la capacidad para distinguir entre tonos graves y agudos". A su vez, la posibilidad de distinguir estos tonos depende de la duración del sonido, es decir, el cerebro es incapaz de distinguir si un sonido es grave o agudo cuando es demasiado breve; en cambio, sí puede hacerlo cuando es prolongado. Esto contrasta con el hecho de que somos capaces de percibir cambios muy bruscos de tono. La novedad de la investigación de Balaguer-Ballester es que describe cómo el cerebro auditivo percibe el tono basándose en sus expectativas. Es decir, el cerebro hace predicciones sobre cuál va a ser el tono que escucha y, si no coincide, es capaz de cambiar su manera de funcionar y el tiempo que necesita para adaptarse es menor. Hasta ahora todos los modelos establecían que la percepción era fija independiente de la duración.