Salud España , Salamanca, Jueves, 15 de abril de 2010 a las 13:38

Expertos en Geriatría reclaman que los ensayos clínicos tengan en cuenta a las personas mayores

Especialistas reunidos en Salamanca buscan "cambiar el concepto de insuficiencia renal", a través de una investigación

JPA/DICYT Expertos en Geriatría reunidos hoy en Salamanca han reclamado que la investigación científica tenga en cuenta a las personas mayores y realice ensayos clínicos específicos en este grupo de edad, ya que la respuesta del organismo ante muchas patologías es diferente con el envejecimiento. Como ejemplo, el investigador de la Universidad de Salamanca Juan Florencio Macías ha recordado que su grupo de investigación trata de mejorar el diagnóstico de insuficiencia renal en ancianos, ya que en la actualidad más de un millón de personas mayores se diagnostican de forma errónea. Este tema es uno de los asuntos centrales de la 4ª Reunión Nacional de la Sociedad Española de Medicina Geriátrica (SEMEG), que tiene lugar en Salamanca.

 

En declaraciones recogidas por DiCYT, Macías ha explicado que el hecho de que no haya ensayos clínicos específicos en mayores provoca que en el caso de la insuficiencia renal se extrapolen los parámetros de los adultos jóvenes. El diagnóstico de insuficiencia renal se basa en el índice de filtrado glomerular, que es el volumen de fluido filtrado por unidad de tiempo en los riñones (se mide en mililitros por minuto), donde se filtra el plasma sanguíneo para separar las sustancias que se van a excretar en forma de orina. Sin embargo, con la edad se va filtrando menos, sin que esto sea un síntoma de enfermedad. El problema es que con diagnóstico de insuficiencia renal se desaconsejan los tratamientos contra el cáncer o ciertas cirugías, por ejemplo.

 

Para solucionarlo, el equipo de Juan Florencio Macías trabaja dentro de una investigación internacional para hallar una alternativa al índice de filtrado molecular. Tras analizar más de 450 casos, los científicos elaboraron una gran base de datos con la participación de profesionales médicos de áreas diferentes, han seleccionado tres variables determinantes: la urea, el hematocrito y el género, con las que se realiza un cálculo matemático que determina si una persona padece o no insuficiencia renal. Este trabajo está pendiente de publicación, pero los especialistas confían en que el nuevo método sea aceptado por la comunidad científica. "Vamos a cambiar el concepto de insuficiencia renal", asegura.

 

Sin embargo, el caso de la insuficiencia renal es sólo un ejemplo de lo que sucede en la atención geriátrica, que debería ser más específica, según los expertos. "Cuanto más sabemos del proceso de envejecimiento, más nos damos cuenta de los cambios tremendos que sufre el organismo, lo que provoca una respuesta diferente ante las patologías", indica Jesús López Arrieta, presidente de la SEMEG. En este sentido, abogó por la creación de unidades de geriatría en los hospitales generales, ya que hay estudios que demuestran que "los pacientes mayores que ingresan con una patología aguda tienen más posibilidades de volver a su domicilio en una situación de autonomía si pasan por una unidad especializada", mientras que, de lo contrario, se genera un gran número de casos de dependencia.

 

Fragilidad


En esta línea se enmarcan también los estudios sobre fragilidad, un "concepto nuevo", afirma Leocadio Rodríguez Mañas, coordinador de la Red de Envejecimiento y Fragilidad (Reticef) del Instituto Carlos III. Esta idea hace referencia a las personas mayores que son proclives a sufrir situaciones de dependencia, ya que "lo importante es prevenirla, porque no hay manera de revertirla, la medicina geriátrica es sobre todo preventiva". Según explica, la creación de esta red sobre fragilidad ha tenido tanto éxito que expertos de México están pensando en trasladar el modelo a su país y varios países europeos se han interesado por el proyecto.