Ciencias Sociales España , Burgos, Viernes, 07 de diciembre de 2012 a las 14:37

Investigan las causas de la concentración de restos de bisonte en la Gran Dolina

Se trata de uno de los interrogantes aún por resolver sobre los yacimientos de Atapuerca

CGP/DICYT Entre los numerosos interrogantes que todavía están pendientes de respuesta sobre los yacimientos de Atapuerca hay uno que tiene que ver con una gran concentración de restos de bisontes en el subnivel TD10-2 de Gran Dolina, de una antigüedad cercana a los 400.000 años. En ese lugar, el 90 por ciento de los restos óseos descubiertos pertenecen a este animal. Los investigadores tratan de resolver distintos interrogantes: si fue un cazadero de bisontes, un lugar de procesamiento, un campamento permanente o un cobijo estacional relacionado con sus migraciones.


Con el fin de hallar alguna pista, el investigador del IPHES (Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social) Antonio Rodríguez Hidalgo ha realizado recientemente una estancia en el Museo Americano de Historia Natural (AMNH, por sus siglas en inglés) de Nueva York, en el departamento de Paleontología de Vertebrados de la mano del profesor Eric Delson, con el fin de desarrollar el estudio zooarqueológico y tafonómico de los restos óseos de Bisonte antiguo (Bison antiquus) de Folsom (Nuevo México, Estados Unidos).


Éste es un yacimiento clásico para el estudio de las primeras ocupaciones humanas del continente americano, que estuvieron protagonizadas por los grupos conocidos como paleoindios, hace entre 18.000 y 10.000 años antes del presente. En él se encontraron las primeras evidencias claras de presencia humana en el continente americano datadas a finales del Pleistoceno. Folsom es, además, un lugar arqueológico al aire libre que ha sido interpretado por los investigadores como un kill site (un lugar de matanza y procesamiento) de bisontes, datado en 10.500 años antes del presente.


Antonio Rodríguez señala que el objetivo de estudiar esta colección dentro del programa de estancias breves en centros de I+D del Ministerio de Economía y Competitividad, es “obtener una serie de datos de primera mano sobre yacimientos tipo en los que está implicado el bisonte como presa principal”.


“Para nosotros es importante disponer de esta información ya que nos permitirá establecer semejanzas y diferencias en cuanto a edades representadas, elementos anatómicos preservados, señales de procesamiento de las carcasas, etc. y así establecer analogías y poder interpretar el subnivel TD10-2 de la Gran Dolina en Atapuerca, donde más del 90 por ciento de los restos óseos pertenecen a restos fósiles de bisontes”, señala.


Según la información del IPHES recogida por DiCYT, el TD10-2 representa un nivel en el que se observa una intensa actividad antrópica y es prácticamente monoespecífico (sólo hay bisontes). Antonio Rodríguez Hidalgo puntualiza que estamos hablando de un nivel que fue ocupado por Homo heilderbergensis hace unos 400.000 años. “Aunque en TD10-2 no se han recuperado restos humanos, esta especie de homínido es la representada en la Sima de los Huesos, también en Atapuerca. En TD10-2 tenemos un lugar referencial en el que se desarrollan actividades de carnicería de los homínidos que poblaban la sierra en aquel tiempo”, añade.


La complementariedad de esos dos yacimientos “es importante puesto que en la Sima de los Huesos no hay restos relacionados directamente con las actividades subsistenciales de ese grupo, es una acumulación de cadáveres, por lo que TD10-2, en el futuro, nos podrá dar algunas claves sobre qué estrategias desarrollaban esas poblaciones para subsistir”, asegura el investigador.


Un nivel especial


Por el momento se sabe que TD10-2 es un nivel especial porque concentra en un estrato muy concreto más de 40.000 restos pertenecientes a bisontes. A pesar de que se desconoce a qué especie concreta pertenecen, hay restos de todo el esqueleto y están muy bien conservados, “aunque como en todos los yacimientos con gran actividad antrópica, se presentan muy fragmentados”, indica Antonio Rodríguez Hidalgo. La conservación es tan buena que se han podido identificar mordeduras humanas sobre algunas costillas de bisonte, tal como constata un estudio del IPHES publicado hace poco en el Journal of Archaeological Sciences.


En TD10-2 hay representados más de 40 individuos de bisonte y sólo algunos restos fragmentarios de otras especies (ciervos, caballos, algún pequeño carnívoro...). Esa especialización en la caza de bisontes es lo que hace muy especial este nivel, ya que por lo general, en el resto de la secuencia de Dolina, así como en Galería o la Sima del Elefante, todos ellos en Atapuerca, los niveles con ocupación humana presentan un acceso a presas mas diversificado.