Ciencias Sociales España , Valladolid, Jueves, 02 de octubre de 2008 a las 19:26

La Biblioteca de la Universidad de Valladolid alberga m谩s de un mill贸n de libros y 35.000 publicaciones peri贸dicas

Sus 18 centros prestaron el a帽o pasado 275.000 ejemplares y los usuarios se descargaron algo m谩s de 190.000 ejemplares

YG/DICYT La Biblioteca de la Universidad de Valladolid, que agrupa a los 18 centros con los que cuenta la institución en los distintos centros académicos, en los campus así como la general Reina Sofía, la Histórica de Santa Cruz y el Centro de Documentación Europea, dispone de cerca de un millón de libros y 35.000 títulos de publicaciones periódicas para dar servicio a la docencia y a la investigación de la comunidad universitaria. Del total de las publicaciones periódicas, 6.000 son suscripciones a periódicos y revistas de investigación en formato de papel y 17.000 corresponden a publicaciones electrónicas. 

 

La Biblioteca ha apostado de forma decidida por este último soporte y ha potenciado la adquisición de ediciones electrónicas, que permiten acceder a la información desde cualquier terminal de la Universidad o a través de un módulo offcampus del sistema integrado de gestión de bibliotecas. Para ello, la institución vallisoletana trabaja de forma consorciada con el resto de las bibliotecas de las universidades públicas de Castilla y león, según ha precisado la propia institución en un comunicado de prensa.

 

Entre las publicaciones periódicas electrónicas con las que cuenta la institución académica se encuentran: Emerald Insight, Science Direct, Internacional Electronic Library, Ovid Core Biomedical Collection, Nature y American Chemical Society, mientras que en lo que se refiere a libros electrónicos, recientemente se han adquirido dos paquetes de Engineering Village, Handbooks de L.W.W. de Medicina y Primal Pictures Interactives Anatomy.

El nuevo escenario diseñado en el acuerdo de Bolonia propone una mayor implicación de las bibliotecas, que pasarán a denominarse Centros de recursos para el aprendizaje y la investigación (CRAI), en los aspectos formativos y aconseja la incorporación a sus fondos de nuevos materiales, así como la concentración de recursos. Así, los proyectos de futuro, con la nueva biblioteca del Campus Miguel Delibes, la de la recién aprobada Escuela de Ingenierías Industriales y la diseñada para el Campus de Segovia, confirman esta tendencia y acercarán a la Universidad de Valladolid a la media de instalaciones bibliotecarias por universidad reflejada en el anuario Rebiun (Red de Bibliotecas Universitarias Españolas).

Esta reducción del número de bibliotecas va no obstante acompañada de un incremento de los puestos de lectura, cuyo número en la actualidad asciende a 4.862 distribuidos en 17 bibliotecas. Esto supone que se cuenta con una plaza de lectura por cada cinco estudiantes.

 

Préstamos


Todos estos usuarios solicitaron el pasado año un total de 275.000 préstamos de libros, una cifra ligeramente inferior a la de pasados ejercicios. Tal y como se explica en la última memoria, las razones de esta reducción hay que buscarlas en el descenso del número de estudiantes en la Universidad de Valladolid y en la ampliación de los plazos de préstamo, sin olvidar el importante incremento de las descargas de documentos electrónicos. Así, el número de artículos descargados de la red, fundamentalmente de revistas científicas, ascendió a 190.790. Entre otros servicios ofrecidos por esta biblioteca, destaca también el acceso wifi en todos sus centros y el préstamo de ordenadores portátiles, cámaras de foto digitales y memorias USB a través de un sistema similar al que funciona con el préstamo de libros.

Entre los proyectos de la Universidad vallisoletana para este año destaca además la culminación de la aplicación de su propio plan estratégico 2005-2008, dividido en ocho ejes y 64 acciones. Además, continuará con el trabajo de digitalización de los manuscritos de la Biblioteca Histórica de Santa Cruz, para lo que la Universidad de Valladolid ha vuelto a solicitar la ayuda concedida el pasado año por el Ministerio de Cultura y que ha permitido digitalizar hasta el momento unos cien manuscritos, haciéndolos de esta forma accesibles a toda la comunidad investigadora.