Alimentación España Ávila, Ávila, Miércoles, 11 de julio de 2007 a las 13:49

La grafiosis ha acabado en España con seis millones de olmos

Arenas de San Pedro acoge hasta el próximo 8 de agosto la muestra ‘Los últimos olmos ibéricos, una puerta a la esperanza’

MMG /DICYT La sala de exposiciones del Palacio del Infante Don Luis de Borbón, en la localidad abulense de Arenas de San Pedro, acoge hasta el próximo 8 de agosto la muestra Los últimos olmos ibéricos, una puerta a la esperanza, donde el trabajo conjunto de los fotógrafos naturalistas Ezequiel Martínez y Susana Domínguez y el esfuerzo de la Junta de Castilla y León, se conjugan para mostrar a los visitantes la importancia de un árbol sumamente enraizado en nuestra cultura, que en los últimos años ha padecido la enfermedad vegetal más grave conocida hasta el momento: la grafiosis. De hecho, esta patología, causada por un hongo, ha sido la responsable de la muerte de seis millones de ejemplares en España. “Es como si fuera un cáncer”, explica Ezequiel Martínez, “que se expandiera rápidamente sin dar tiempo a nada”.

Fue en los años 80 cuando un segundo brote de grafiosis afectó gravemente a los olmos ibéricos. “Se tuvo que haber tomado medidas, pero no dio tiempo”, aclara Martínez, que lamenta el hecho de que, en aquel momento, no se talaran todos los árboles afectados. “Porque cada uno de ellos era un foco de infección”, recalca.

Son los insectos los responsables de la expansión de la grafiosis. “Ellos transportan el hongo, que colapsa los vasos sanguíneos del árbol evitando que la savia circule y agilizando la muerte de los ejemplares afectados”, expone el fotógrafo naturalista, que comenta cómo un árbol que puede llegar a vivir hasta 400 años, apenas sobrevive un 24 meses una vez afectado. 

 

Los últimos supervivientes


Para evitar la propagación de la grafiosis es necesario cortar aquellas primeras ramas secas, uno de los primeros síntomas, posteriormente se aplican productos fitosanitarios. Eso en lo que a tratamiento se refiere, pero este experto tampoco olvida la prevención, que tiene que quedar en manos de los técnicos de los ayuntamientos de cada ciudad en la que queden olmos. “Estos árboles requieren análisis periódicos”, insiste Martínez, que menciona los trabajos de Luis Gil (“el mayor expertos en olmos que existe en España”, dice de él) de cara a la recuperación de la especie. “Existe un olmedal en Rivas Vacía Madrid que no ha sido afectado nunca por grafiosis”, aclara, “y está investigando las características de estos árboles y sacando plantones para poder poner un nuevo ejemplar en aquellas plazas en las que siempre hubo un olmo”.