Alimentación España , Ávila, Mi茅rcoles, 22 de octubre de 2008 a las 13:56

La grafiosis pone en peligro los olmos centenarios del centro de 脕vila

Se trata de un hongo que obstruye los vasos que distribuyen la savia en los 谩rboles

Marta Martín Gil/DICYT La grafiosis es una enfermedad producida por un hongo que obstruye los vasos portadores de la savia de los olmos comunes y que ha terminado ya con la mayor parte de los negrillos monumentales de Ávila, ejemplares con más de 200 años de vida que forman parte de la historia más reciente de la ciudad y que, tras más de dos siglos, ahora están en peligro, de forma irremediable, por culpa de esta enfermedad.

 

Según explica el informático y naturalista abulense Vicente García, casi todos los ejemplares monumentales del centro de la ciudad están afectados, y señala un olmo especialmente, el situado en la zona de San vicente, que con 15 metros de altura ahora aparece seco y avejentado por culpa del hongo.

 

García explica que la enfermedad "ha existido desde siempre, aunque cada cierto periodo de tiempo tiene una expansión mucho más agresiva, por lo que hace mucho más daño que en condiciones normales". Y en esta ocasión, esa expansión ha venido de la mano de la falta de heladas del invierno pasado, y también del elevado grado de humedad de esta primavera, que han favorecido la reproducción del causante de la enfermedad: el escolítido. "Las heladas son las que acaban con los escarabajos que transmiten la enfermedad, que realmente produce un hongo que se mete en los vasos de la savia y los obstruye, por lo que la savia no puede circular y se produce una trombosis que hace que el árbol se seque".

 

Se trata de escarabajos perforadores de la corteza milimétricos, casi microscópicos, que transmiten la enfermedad al morder los brotes jóvenes. "Y los escarabajos, que llevan el hongo pegado no sólo en la mandíbula sino también en la cutícula de la piel, además hacen los nidos en la corteza de los árboles", detalla el experto en medio ambiente abulense, que aclara que es por las marcas en la madera de sus larvas, al salir, en forma de grafos, por lo que se bautizó a la enfermedad como grafiosis.

 

Parece ser que para la gran mayoría de los ejemplares de la capital de Ávila ya no hay solución, puesto que la enfermedad les ha atacado ya y se encuentran en un estadío muy avanzado de la misma. Vicente García apunta, en este sentido, que las soluciones ante la plaga pasan por tomar medidas a tiempo y que estas medidas se abordan mediante dos posibles tratamientos: las fumigaciones al comienzo de la primavera, cuando se reproducen los escarabajos causantes de este mal , "bastaría con un par de fumigaciones al año", matiza el estudioso; o las inyecciones a baja presión aplicadas directamente sobre los vasos del árbol.

 

Medidas

 

"Estas inyecciones son fungicidas y disuelven el hongo, por lo que ayudan a que la savia circule mejor", describe su funcionamiento. García lamenta que no se hubieran tomado medidas a tiempo y aclara que también se podrían haber podado las ramas afectadas por la grafiosis, lo que podría haber frenado en cierta medida la enfermedad. El experto se muestra pesimista con los ejemplares afectados y señala que "ahora no hay vuelta atrás, porque se sabe que cuando la copa está afectada en más del 25% no se puede hacer nada, y el olmo de San Vicente, por ejemplo, la tiene ya al cien por cien". Vicente García concluye con una nota de esperanza y explica que, si bien los olmos de La Santa, los de la Ronda Vieja y los del Paseo del Rastro ya están afectados por la plaga y se encuentran muy dañados, aún hay un olmo que se ha salvado, es el situado en el Rastro, que según apunta con cautela el experto "éste está bien de momento", pero alerta de que "si no se eliminan los escarabajos de los otros árboles afectados, se reproducirán y volarán hacia él, contagiándole la grafiosis".

 

El olmo tiene una vida media de 400 años, pero esta vida media se ve mermada cuando el ejemplar resulta afectado de grafiosis, ya que es una enfermedad muy agresiva que hace que en un plazo aproximado de 24 meses, el árbol muera. La grafiosis ha terminado ya con más de seis millones de ejemplares de olmo en España.

 

El olmo siberiano como sustituto del olmo común 
 
El olmo común fue plantado por los romanos en la zona castellanoleonesa y, a pesar de que durante siglos su adaptación a la misma ha sido excelente, está comenzando a ser sustituido por culpa de la grafiosis por otra variante, el olmo siberiano, que en principio parece resistir mejor los envites de la enfermedad. La asociación Bosques sin fronteras señala que en el año 1859 había en Castilla y León un total de 6.000 hectáreas de olmos sanos. Tras la aparición de la plaga de grafiosis, la mayoría han muerto, situando al olmo entre las especies vegetales en peligro de extinción. La plaga actúa a través de dos hongos: el Ophiostoma Ulmi, que da lugar a la grafiosis común; y el Ophiostoma Novo Ulmi, responsable de la grafiosis agresiva. En ambos casos el hongo desarrolla una toxina, llamada ceratoulmina, que se une a otras sustancias menos tóxicas y da lugar a esporas. Estas esporas son las que producen el daño más grave, puesto que crean burbujas de aire dentro de los vasos conductores del árbol.