Alimentación España , Salamanca, Jueves, 02 de noviembre de 2006 a las 14:45

La Sociedad Española de Ornitología denuncia la pesca excesiva en el Azud de Riolobos

Solicita a la Junta de Castilla y León la aplicación de la veda de pesca en la zona durante todo el año

AVPR/DICYT El grupo local de la Sociedad Española de Ornitología en Salamanca ha presentado un estudio en el que denuncia la sobreexplotación a la que los aficionados a la pesca están sometiendo el Azud de Riolobos. El humedal constituye una de las principales Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) en la región y según advierte la organización ecologista, su conservación futura dependerá de que la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León mantenga la veda de pesca en la zona a lo largo de todo el año.

Por el momento, el Consejo Regional de Pesca no ha creído conveniente ampliar la veda y, además, según ha explicado SEO Salamanca a DICYT, "la Dirección General del Medio Natural se resiste a aprobar el plan de gestión para el humedal al que legalmente está obligada por estar incluido en la ZEPA Campos de Alba".

La Sociedad Española de Ornitología considera que la falta de actuaciones por parte de la administración regional desembocará en una pérdida de las especies oriundas de esta zona, entre las que se encuentran aves como la malvasía cabeciblanca, considerada en peligro de extinción, y cuya población en el azud superaba el centenar de ejemplares en 2002 y 2003, cifra que ha ido descendiendo progresivamente hasta el punto de no observarse en la presente campaña ningún ejemplar en todo el área.

Condiciones adversas

El grupo local SEO-Salamanca ha venido comprobando el deterioro de este humedal a través del seguimiento de la avifauna desde el año 1999. Estos censos han revelado la disminución en el número de aves y especies presentes de forma habitual y achacan este declive a dos factores principales. Por un lado, se ha registrado un constante incremento de visitas incontroladas, mientras que por otro, se encuentra el paulatino descenso del nivel de agua, como consecuencia de la falta de rellenado del azud desde el otoño de 2004, momento en el que se efectuó un llenado parcial cuyos costes fueron asumidos íntegramente por la Confederación Hidrográfica del Duero.