Las bombillas de bajo consumo reducir谩n en 24.000 toneladas las emisiones de di贸xido de carbono en la regi贸n
CGP/DICYT Desde el pasado mes de julio, momento en que se puso en marcha el Programa de Reparto de Bombillas de Bajo Consumo a nivel nacional, se han distribuido de forma gratuita en Castilla y León 744.000 lámparas, lo que permitirá reducir en 24.000 toneladas las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera en la región. Según la información facilitada por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, estas bombillas de 20 vatios (equivalentes a las convencionales de 100 vatios), supondrán un ahorro de electricidad al año de 60 giga vatios por hora, una cantidad semejante al consumo de 15.000 hogares.
La iluminación representa la quinta parte del consumo eléctrico de un hogar. No obstante, una lámpara de bajo consumo ahorra unos 100 euros durante su vida útil, ya que consume un 80 por ciento menos de energía y dura entre seis y ocho veces más que las bombillas incandescentes tradicionales.
La iniciativa impulsada por el Ministerio es una de las 31 medidas recogidas en el Plan de Ahorro y Eficiencia Energética, en el marco de la estrategia de promoción de la iluminación eficiente en los hogares. El objetivo es sensibilizar a los ciudadanos sobre las ventajas de la iluminación eficiente y la necesidad de adoptar buenos hábitos en el consumo diario de energía.
A nivel nacional, ya se han canjeado siete millones de vales regalo recibidos con la factura de la luz. Estos siete millones de bombillas posibilitarán en su conjunto un ahorro de 588 giga vatios a la hora de electricidad, equivalente al consumo eléctrico de 147.000 hogares, lo que en términos económicos significa un ahorro de 94 millones de euros en gasto eléctrico y la emisión a la atmósfera de cerca de 237.552 toneladas de dióxido de carbono menos.
Sustitución total de bombillas, en 2012
La Unión Europea establece que las últimas bombillas tradicionales se dejarán de comercializar en 2012. Por ello, el pasado mes de septiembre se ha iniciado la supresión progresiva de lámparas tradicionales por modelos más eficientes. El principal objetivo de la normativa europea es reducir el consumo eléctrico por parte de los hogares y las empresas dentro del plan europeo de lucha contra el cambio climático, que incluye la reducción en un 20 por ciento del consumo energético en el 2020.