Alimentación España , Salamanca, Lunes, 26 de octubre de 2009 a las 17:59

Los centros de tratamiento de residuos procesan un 40% de la basura convencional que reciben

Un estudio de la Universidad de Salamanca en los CTR de Castilla y L茅on propone mejorar la separaci贸n de residuos y aprovecharlos para generar energ铆a

JPA/DICYT El Departamento de Ingeniería Química y Textil de la Universidad de Salamanca ha elaborado un estudio en los centros de tratamiento de residuos (CTR) de Castilla y Léon según el cual en estas instalaciones se logra procesar algo más de un 40% de la basura convencional que se recibe, mientras que aproximadamente el 60% restante se desecha ante la imposibilidad de separar de forma correcta los residuos que llegan mezclados. Estos datos ponen de manifiesto, según los investigadores, la necesidad de aumentar la separación de los residuos en los domicilios, aunque también sería posible mejorar la separación que se lleva a cabo en los propios centros de tratamiento o aprovechar la basura que no se puede reciclar como fuente de energía.

 

La Junta de Castilla y León le ha encargado a este grupo de la Universidad de Salamanca analizar la composición de los residuos que llegan a los CTR de la región para ver con exactitud qué se puede aprovechar para su reciclaje y, por el contrario, qué elementos se desechan. Con respecto a este último punto, el objetivo de los investigadores también pasa por intentar idear formas de aprovechar esa fracción de residuos que acaba en el vertedero común.

 

“Hay que intentar mejorar ese porcentaje porque los centros de tratamiento están para aprovechar al máximo los residuos”, ha declarado a DiCYT María del Carmen Márquez Moreno, una de las investigadoras del Departamento de Ingeniería Química y Textil de la Universidad de Salamanca. El principal problema es que no se realiza una separación de residuos en origen todo lo óptima que sería deseable. “Hasta ahora, sólo separamos plásticos, vidrio, papel y metal, pero en los domicilios no se separa todo lo que se debería, así que la cantidad de residuos que llega a un CTR está muy mezclada todavía y eso da lugar a que el sistema de tratamiento no funcione de forma óptima”.


Al CTR llega la basura convencional, puesto que los residuos ya separados se gestionan de otra forma. En algunas ocasiones es muy difícil separar las mezclas, por ejemplo, la materia orgánica del papel, de manera que el rendimiento del tratamiento baja. Uno de los mejores ejemplos de este problema es el de un pañal, puesto que contiene plástico, papel y materia orgánica. “Eso no lo separamos nunca, lo echamos todo junto y va al centro de tratamiento, de manera realizar allí la separación es muy difícil", comenta la experta.

 

Energía potencialmente aprovechable

 

Con este panorama, la mejora de la gestión de residuos pasa principalmente por seguir aumentando la separación en origen, aunque este estudio puede propiciar también mejoras en la forma de trabajar de los centros de tratamiento. Sin embargo, incluso cuando no se pueden separar del todo los componentes de la basura, “la fracción de rechazo puede tener otras aplicaciones, como puede ser una recuperación energética, porque hemos comprobado que la fracción de rechazo tiene un poder calorífico suficientemente elevado como para obtener energía a través de ella”.