Ciencia España Sabero, León, Mi茅rcoles, 15 de diciembre de 2010 a las 17:45

Un trabajo destaca que la cueva de Valdelajo posee "un potencial muy alto" para el turismo

Descubierta en 1999, los vecinos de Sahelices la preservaron de las visitas masivas y conserva una gran cantidad de espeleotemas

Antonio Martín/DICYT La cueva de Valdelajo es una hendidura en la tierra minera del entorno de Sabero (noreste de la provincia de León) de reciente descubrimiento y gran valor geológico. Hasta que en 1999, fortuitamente, unas obras para una cantera dieron con ella, no se sabía de su existencia. El poco tiempo que ha transcurrido desde entonces y el mimo de los vecinos del pueblo de Sahelices de Sabero ha permitido la conservación del espacio, con gran cantidad de espeleotemas. Un trabajo científico de la oficina de León del Instituto Geológico y Minero en el que colaboró la Universidad de León ha puesto en relieve la cavidad en relación al "alto valor" de patrimonio geológico de Sabero, antaño importante centro minero y que en la actualidad alberga el Museo de la Siderurgia de Castilla y León.

 

Los científicos creen que Valdelajo posee "un potencial muy alto de cara a su explotación como reclamo turístico, a pesar de su reducido tamaño", según indica a DiCYT Rodrigo Castaño, responsable de un trabajo que permitió la divulgación de la cueva a la comunidad científica en un congreso nacional de patrimonio geológico. El geólogo recuerda que después del descubrimiento de la cueva, los vecinos la cerraron a las visitas "porque la vieron demasiado bonita, lo que evitó el vandalismo". La cavidad es un pequeño espacio en el interior de la montaña de origen kárstico que está compuesta por un único conducto y un desarrollo no superior a 50 metros, una gran sala y alturas en algunos puntos de 10 y 14 metros. El lento trabajo del agua ha permitido la formación de espeleotemas variados, como estalactitas, estalagmitas, formas coraloides y microlagos.

 

Valdelajo está empezando a ganar renombre. Según recuerda la investigación científica de Castaño, "hasta la primavera del año 2009, el número de visitantes era muy reducido pero, desde entonces, este número ha aumentado considerablemente, en especial grupos docentes". Las visitas, por ahora, no apabullan a este entorno. No se permite la entrada a más de 10 personas y, en todo caso, en todo el año de 2009 se superaron los 2.000 accesos. Además, "a partir de un informe del grupo de topografía de Matallana, se ha hecho especial hincapié en la iluminación del interior, para evitar la presencia de ciertos hongos", recuerda el científico. Para Rodrigo Castaño, la junta vecinal de Sahelices de Sabero "ha hecho un trabajo muy bueno", pero advierte que el espacio debe seguir reservando el derecho de admisión. "Si se acentuaran ciertos parámetros, como por ejemplo las emisiones de CO2 a partir de la respiración de los visitantes, o se sometiera a cambios de temperatura importantes en verano, la cueva se resentiría".

 

La fragilidad de la cueva no le resta, sin embargo, valor patrimonial o turístico. Valdelajo está situada dentro del Lugar de Interés Geológico Región del Manto del Esla. Esta ubicación implica que en sus proximidades se encuentran numerosos puntos de interés geológico, aunque tan solo uno de ellos (el meandro del río Esla en el Pajar del Diablo) está actualmente puesto en valor mediante una ruta que destaca sus valores  históricos. Los científicos creen que la presencia de un patrimonio geológico de categoría internacional en el entorno de Sabero "debería ser utilizado como recurso económico de cara a establecer alternativas económicas sostenibles en la zona", recoge el informe. Hay que tener en cuenta que el antiguo valle minero de Sabero está en continua regresión económica por el abandono de las explotaciones.

 

Patrimonio geológico

 

Entre los espeleotemas presentes en Valdelajo, los geólogos destacan la presencia de muchos ejemplos de estalactitas, "destacando la ordenación de muchas de ellas a los largo de fisuras en el techo", la abundancia  y la longitud de varias estalactitas de tipo tubular (también llamadas macarrones), anemolitos (estalactitas cuyo eje principal no es el vertical), numerosas estalagmitas a menudo asociadas a estalactitas, columnas, banderas, coladas y formas coraloides. La cavidad también destaca por la presencia de figuras subacuáticas como microlagos, microlagos flor de loto, repisas en media luna y perlas de caverna, diferentes depósitos de agua subterránea de tamaños y formas muy imaginativas. Finalmente, la cueva también cuenta con agegados acuciculares y la denominada leche de luna, agregados microcristalinos de carbonatos hidrosolubles que aparecen en algunas cavidades recubriendo las paredes, suelos o algunos espeleotemas.