Ciencia España Salamanca, Salamanca, Jueves, 10 de mayo de 2007 a las 18:10

Una investigación arqueológica revela que la ciudad uzbeka de Termez fue un punto clave en la Ruta de la Seda

El británico Sebastian Stride explica en Salamanca que la importancia de Termez es equiparable a la de Samarcanda

JPA/DICYT Una investigación arqueológica en Termez (Uzbekistán) está revelando que esta ciudad fue un punto clave en la Ruta de la Seda, la vía comercial que durante siglos comunicó China y Europa y que debe su nombre a que la seda, fabricada por los chinos, era el producto más codiciado de cuantos circulaban por ella. La Universidad de Barcelona se ha sumado hace un año a las investigaciones de un equipo de científicos internacional lleva realizando en la zona desde hace 15, entre los que se encuentra el británico Sebastian Stride, que ha equiparado hoy en Salamanca la importancia de esta ciudad con la de Samarcanda.

 

Los arquéologos se encuentran en Termez con una inmensa ciudad de 500 hectáreas de ruinas, un lugar casi desconocido hasta hace poco tiempo donde en la actualidad se están excavando fundamentalmente los niveles de restos del período contemporáneo al Imperio Romano. "Tenemos monasterios budistas extremadamente importantes, ya que a través de Termez el budismo se expande a China y es allí donde se traducen textos en sánscrito al chino. Además, todo indica que se convirtió en un gran centro de cultura islámica y buena parte de esa cultura se transmitió a Andalucía sin pasar por Arabia, como se suele pensar", señala Sebastian Stride en declaraciones a DICYT.

 

Los estudios están dirigidos por las instituciones de Uzbekistán, en colaboración con arqueólogos rusos, franceses y Universidad de Barcelona, a los que se ha unido también el profesor de Geografía e Historia de la Universidad de Salamanca Enrique Ariño. Sebastian Stride ha señalado que los descrubrimientos más facinantes pueden ligarse tanto a objetos y a ideas. "Hemos encontrado objetos budistas de estilo clásico, que se podrían colocar en un yacimiento romano o griego y nadie se daría cuenta", asegura. En el aspecto de las ideas, explica que el principal objetivo de la investigación es "entender mejor cómo funciona nuestro mundo".

 

Una Historia global

 

"Trabajamos allí por varias razones, es una región desconocida, pero sobre todo tenemos la voluntad de entender la Historia de los continentes como una globalidad. Si tomamos una ciudad española como Salamanca, podemos encontrar cientos de textos históricos en latín, castellano o árabe, y en una ciudad china, cientos que estarían en chino. Sin embargo, en Termez tenemos muchos menos textos, pero están en griego, latín, armenio, tibetano, árabe, ciriaco, persa, turco, mongol, sánscrito... Es uno de los lugares en los que te das cuenta que nosotros mismos tenemos una visión muy cerrada de nuestra Historia, olvidamos que la Historia de la Península Ibérica tiene que incluirse en la del resto del mundo. Nadie estudiaría Salamanca sin tener en cuenta que el Imperio Romano ha existido, pero para mí eso es tan incorrecto como estudiarla haciendo como si China no existiera", sentencia el británico, presente en Salamanca para dar una conferencia sobre esta investigación en la Facultad de Geografía e Historia.