Salud España , Segovia, Miércoles, 13 de diciembre de 2006 a las 14:20

Investigadoras de la SEK analiza la propiedades de las vitaminas C y E contra determinados tipos de células cancerígenas

Analizan su efecto en los tumores provocados por nitrosocompuestos

BC/DICYT El equipo de investigación de la Universidad SEK, liderado por los profesores Samuel González Mancebo, Mónica Fernández Salim y Ana María Martín Moreno, publicará próximamente los resultados del estudio que analiza los efectos de los nistrosocompuestos en la expresión de moléculas de adhesión y metástasis de tumores, que también ha servido para analizar los efectos que algunas sustancias inhibidoras como la vitamina C y la E tienen en este tipo de cánceres.

 

Según indican los investigadores, los estudios realizados hasta ahora sobre nitrosocompuestos han demostrado que muchos de ellos son potentes cancerígenos especialmente en determinados órganos y especies animales, entre las que se puede incluir también el hombre. De hecho son muchas las clases de nitrosocompuestos analizados y cerca del 90 por ciento presentan un efecto cancerígeno.

 

En este sentido se ha demostrado también la formación endógena de estas sustancias derivadas del nitrógeno a partir de la presencia de otras sustancias reactivas como conservantes y estabilizantes en algunos alimentos, aguas contaminadas por purines o humo del tabaco. Esta formación se puede producir de dos maneras: en una los nitratos son reducidos a nitritos por microorganismos en la cavidad oral y en el estómago debido a las condiciones ácidas que existen. En otras se oxidan en el estómago como efecto derivado de la composición de otras sustancias presentes en la dieta como amidas, proteínas o fenoles.

 

Los investigadores crearon nitrosofenoles simulando las condiciones de la cavidad bucal o del estómago y la reacción de esta sustancia en dicho lugar. Los estudios consideraron además el comportamiento de las moléculas que actúan como unión entre diferentes células: Conexina 43 (Cx43) y Conexina 32 (Cx32).

 

Se llegó a la conclusión de que se produce una clara alteración de la morfología típica de esta línea celular. Las células pierden su disposición original, similar al de un empedrado de adoquines, y adquieren una forma redondeada, perdiendo el contacto entre ellas lo que, según Martín Moreno, “provoca que las células no crezcan, muten o mueran, que es lo que, a grandes rasgos, sucede en los procesos tumorales y cancerígenos”. Fernandez Salim explicó que “en los casos en los que se aplicó ácido ascórbico observamos un efecto beneficioso: en unos casos eliminaba el nitrosofenol y en otros estimulaba que las células recuperasen su forma original”, con un efecto positivo.