Salud España , Salamanca, Viernes, 16 de junio de 2006 a las 17:41

"Sólo mejorando la eficacia de las vacunas y la capacidad de producir antígenos se podría evitar una pandemia de gripe"

Entrevista a Adolfo García Sastre, microbiólogo del Hospital Mount Sinai de Nueva York

Ana Victoria Pérez/DICYT Adolfo García Sastre ha dedicado seis años de trabajo en la Facultad de Medicina asociada al Hospital Monte Sinaí de Nueva York para conseguir caracterizar un virus que causó millares de muertos a comienzos del siglo XX. Un trabajo que puede parecer anacrónico pero que, según ha explicado a DICYT este licenciado en Microbiología por la Universidad de Salamanca, está de plena actualidad, ya que "las similitudes entre el virus responsable de la denominada Gripe Española y el temido H5N1 que origina la gripe aviar son muchas". Esta mañana García Sastre ha presentado su trabajo en el Edificio Interdepartamental del Campus Unamuno.

La historia de esta investigación se remonta a hace seis años, cuando llegaron a los laboratorios del Departamento de  Microbiología del hospital neoyorkino muestras del tejido pulmonar recuperado de algunos de los fallecidos por la pandemia de gripe de 1918 que los investigadores localizaron en los terrenos permanentemente congelados de Alaska.

¿Fue la curiosidad lo que les motivó para iniciar un estudio sobre un patógeno desaparecido?

No exactamente. El conseguir las muestras nos permitió avanzar en el conocimiento de los virus de la gripe, que es una de nuestras líneas de trabajo. Por supuesto en investigación siempre hay que curiosear, pero los objetivos estaban perfectamente definidos. Estudiar este patógeno nos ha proporcionado claves para responder a cuestiones como por qué el virus de la gripe induce enfermedad, cómo consigue replicarse, cómo se transmite de unos organismos a otros y de una especie a otra o por qué unas cepas son más virulentas que otras.

Entre los resultados de su trabajo destaca la constatación de la similitud del virus de la Gripe Española con el H5N1, ¿es clave para confirmar que la gripe aviar puede llegar a transmitirse de humanos a humanos?

Existen muchas similitudes entre ambos patógenos, pero también una diferencia fundamental. Es cierto que los genes que determinan la virulencia de ambos microorganismos son prácticamente los mismos, y creemos que los mecanismos de infección son muy similares. Pero también existe una diferencia fundamental, y es que el virus de principios del siglo XX era capaz de propagarse de humano a humano, mientras que el H5N1 no tiene aún esa capacidad. Habría que puntualizar, no obstante,  que todos los virus de la gripe proceden en último término de virus de aves, y es en esta especie donde se han encontrado todas las cepas susceptibles de provocar pandemias. Lo que se piensa es que el virus de la Gripe Española vino directamente de aves sin adquirir genes de humanos, como pasó en pandemias posteriores. Pero para certificar que esto fue así habría que aislar y caracterizar virus de pandemias previas a la del 1918 y comprobar que no comparten genes.

Pero a los informativos de todo el mundo llegaron a finales de año referencias de casos de contagio entre personas de una misma familia...

Lo cierto es que aún no se sabe lo que paso en los casos que menciona; los llamados family cluster del virus H5N1 detectados en Asia. Se piensa que el virus pasó de unos familiares a otros, bien porque la cepa que se instaló en ese núcleo tenía una especial virulencia y los miembros infectados mantuvieron contacto muy estrecho, bien por la posibilidad de que esas familias tuviesen una predisposición genética que les hiciese más sensibles al contagio… Aún se está analizando.

Sus investigaciones en el ámbito molecular les han proporcionado conocimientos detallados de las enfermedades. ¿Por qué sigue resultando tan complejo diseñar vacunas eficaces?

Las vacunas contra virus de la familia H5, las que se han desarrollado hasta la fecha, están casi todas basadas en virus generados por ingeniería reversa. Esta técnica que diseñamos en la Facultad de Medicina del Mount Sinai facilita la eliminación de un determinante que poseen dicho microorganismos y cuya virulencia hacia casi imposible su utilización como antígeno (sustancia que induce la formación de anticuerpos). Las vacunas pueden considerarse virus atenuados cuyo proceso de fabricación consiste en inyectar dicho microorganismo en un huevo de ave para que prolifere en cantidad suficiente. La actividad de los H5 mata los huevos embrionados e imposibilita que la producción del antígeno. Una vez superado el problema gracias a la ingeniería reversa, nos encontramos con que en estos momentos no existe capacidad para producir cantidad suficiente de virus atenuado, y por tanto de una vacuna que pueda suministrarse de forma masiva. Por eso, los esfuerzos actuales se concentran en desarrollar vacunas más eficaces que no requieran la administración de grandes cantidades, así como en mejorar las técnicas de producción de antígenos.

 

¿Y cuáles serán los próximos pasos de sus investigaciones?

Nosotros trabajamos intensamente en vacunas intentando, sobre todo, mejorar su eficacia. Hace apenas unas semanas hemos publicado un artículo sobre una vacuna para aves que protege contra dos tipos de virus: el de Newcastle, para el que ya existía una vacuna eficaz, y el H5N1. Si conseguimos frenar el ciclo de contagio en aves de corral podemos prevenir una pandemia en humanos ya que aún no se ha documentado ningún caso de infección en el que el virus pasase de aves silvestres a personas.

RNA negativo

Los virus responsables de las principales infecciones humanas como el ébola, el marburg, la rabia, el sarampión, o la gripe, en cualquiera de sus modalidades, son virus RNA (Ácido Ribonucléico) negativos. Se trata de microorganismos cuyo material genético posee una proteína polimerasa que no es capaz de reparar errores y mutaciones de manera tan precisa como ocurre en las células animales, lo que les confiere una gran capacidad de adaptación. 

Todas las células se caracterizan por tener un código genético que tienen que ser traducido a proteínas, y esa traducción se realiza a través del RNA mensajero, al que también se conoce como  RNA de polaridad positiva; El RNA de polaridad negativa es una copia del de polaridad positiva, y es la forma que tienen estos virus de guardar la información genética, mientras que las células de nuestro organismo lo hacen en forma de ADN.